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Con el penalti atajado al América, Raúl Gudiño se encamina a ser un ídolo prematuro del Guadalajara. Los rojiblancos llegan al momento en que deben soltar el grato recuerdo que Rodolfo Cota les causó como custodio de su portería
Aunque no le ganaron a las Águilas en el Estadio Azteca (1-1), su actuación supo a gloria para el resto del equipo, luego de frustrar al americanismo, en su primer Clásico Nacional disputado. Más allá del resultado, Raúl considera que pasa por su momento “más soñado”.
“De ensueño tener un debut [de Clásico Nacional] con un estadio lleno, estoy muy contento. Estar aquí es de equipo, no soy un héroe, estoy listo para todo lo que viene”.
Chivas puede presumir que el arquero es producto de su semillero. Formación que terminó por madurar en Europa, cuando fue reclutado por el Porto. Jugó en el equipo B de los Dragones y tuvo de mentor al campeón mundial y ex madridista Iker Casillas.
De igual modo, en territorio portugués, el mexicano prestó sus servicios al Unión de Madeira (2015-16). Después se mostró en Chipre, con el APOEL (2017-18), donde tuvo una de sus mejores experiencias: jugar la Champions League, momento que equipara con disputar el Clásico Nacional.
El presente del Guadalajara no es el mejor, pero tampoco es para que el proyecto se tire al fracaso. Gracias a la armonía en el vestidor, es como sobrellevan la presión tras quedar eliminados de la Copa MX y de marchar en Liga como novenos de la clasificación. “Nosotros veníamos por tres puntos al Azteca, por eso nos quedamos disgustados. Enfocarnos en lo que nos diga el profe [José Cardozo]. Vamos a corregir, trabajar duro para lo que viene, que es Pumas”.