El resultado es lapidario en favor del Cruz Azul , pero no fue obra de la casualidad, sino por una combinación de factores que influyeron para que La Máquina sacara una ventaja que parece irremontable para los universitarios.
El duelo de estrategias duró menos de 20 minutos, tiempo en el que el Cruz Azul hizo los tres goles que hoy lo tienen en el umbral de otra final. Andrés Lillini intentó refrescar a su equipo con cambios por las bandas, pero el golpe asestado durante el inicio parece definitivo.
--En el primer tiempo, el Cruz Azul aisló perfectamente a los dos centros delanteros de los Pumas . El mediocampo cementero ocupó de tal manera a su contraparte auriazul que poco pudieron hacer para generarle opciones a sus atacantes, por lo que se veía a Dinenno y González (en momentos alternados) ir a la mitad de la cancha en busca de tener contacto con el balón. ¿Balonazos? Esos intentos por arriba fueron bien controlados por un par de centrales con experiencia como Pablo Aguilar y Julio César Domínguez .
--La presencia de tres volantes centrales permitió que La Máquina gobernara la batalla en el mediocampo, porque Luis Romo, Ignacio Rivero y Rafael Baca dominaron a Juan Pablo Vigón y Erik Lira , además de que los tres atacantes celestes ( Jonathan Rodríguez , Orbelín Pineda y Roberto Alvarado) fueron clave para presionar la salida auriazul y provocar que los balones fueran divididos. La mayoría, ganados por los locales. Además de eso, Baca y Romo hicieron gol.
--Pese a que fueron titulares en buena parte del torneo, Alan Mo zo y Carlos Gutiérrez dejaron los huecos que permitieron buena parte de las llegadas cruzazulinas. En el gol de Roberto Alvarado , el lateral derecho se quedó atrás y lo habilitó; en el de Romo , se equivocó en la salida y eso generó la anotación. Su desempeño fue tan malo, que Lillini lo sacó tras la primera mitad, más allá de no cambiar el parado. Prefirió apostar por Gutiérrez, quien es volante, a jugar como lateral derecho.
--Aunque el trabajo de los tres volantes centrales fue clave, la labor de Romo destacó, porque no sólo jugó como pivote, sino que en varias ocasiones desprendió hacia el frente para fungir como guía de los ataques y ser un lanzador celeste, con Orbelín Pineda y Roberto Alvarado por las bandas, además de Jonathan Rodríguez como referente en el ataque.
--Los cambios a la ofensiva de Lillini le dieron a Pumas para intentar reorganizar el ataque, en busca de llegar a línea de fondo por las bandas con Iturbe -por derecha- y Saucedo -por izquierda-, cosa que sucedió poco y, cuando pasó, los servicios al área que generaron nunca fueron con ventaja a los delanteros.
--En algunas ocasiones durante el torneo regular, Dinenno y González rescataron resultados con remates oportunos, pero ante el Azul en el Azteca , tuvieron poca presencia en el área de los locales y eso incluso propició la salida de González, para el ingreso de Mendoza, en busca de tener un delantero de mayor movilidad, algo que no ocurrió. Las acciones de peligro generadas por Pumas vinieron de disparos desde afuera del área.
--Ante los Pumas , Romo tuvo una buena asociación con el propio Orbelín y con Roberto Alvarado , lo que generó en La Máquina una buena circulación de balón, con sociedades que encontraron rápido el área de rival, debido también a la presión que ejerció el Cruz Azul , sobre todo en los primeros minutos, en los que ocupó la media cancha rival incluso con mano a mano muy marcador. De Romo , no solamente son los goles, es el ir y venir del motor de un equipo, un individuo que da equilibrio y tiene la capacidad de pisar el área rival con fuerza y contundencia.