En Paraguay existe un amor incondicional por Gerardo Martino.

El entrenador de la Selección Mexicana tiene su historia con el cuadro guaraní, que vivió una de sus mejores épocas con el argentino al frente del combinado sudamericano.

En la Copa del Mundo de Sudáfrica, con el Tata en el banquillo, los rojiblancos consiguieron su mejor participación en una justa mundialista, al meterse en los cuartos de final, mejor conocido en México como el “ansiado quinto partido”.

La selección

guaraní sucumbió 1-0 ante España, que terminaría como campeón. A pesar de la eliminación, la participación fue algo histórico y Martino se convirtió en un héroe nacional.

“No conozco a alguien que pueda hablar mal del `Tata’”, dijo Bruno Valdez, defensa del América, quien nunca jugó para Martino, pero, como un aficionado más, lo halagó por sus logros con Paraguay.

Después del Mundial del 2010 , el argentino llevó a los guaraníes a la final de la Copa América, pero perdieron 3-0 contra una de las mejores generaciones de Uruguay.

Como técnico de los rojiblancos, Gerardo ganó 33 partidos, empató 11 y perdió nueve.

Martino

dejó el mando de Paraguay para cumplir uno de sus más grandes sueños, dirigir al Newell´s Old Boys, el equipo de sus amores.

El Tata

se encontrará, una vez más frente a los guaraníes, pero ahora al mando de la Selección Mexicana, el martes en el Levi´s Stadium.

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