edgar.luna@eluniversal.com.mx
El 2 de julio de 2018, con la derrota de México ante Brasil en los octavos de final de la Copa del Mundo de Rusia, el proceso de Juan Carlos Osorio llegó a su fin.
Pasaron seis meses y cinco días; más de 24 candidatos directores técnicos entrevistados, consultados o considerados para el puesto y negociaciones contractuales para llegar a este punto: Gerardo Martino es el nuevo técnico de la Selección Nacional Mexicana.
Este día en el Centro de Alto Rendimiento de la FMF ubicado al sur de la ciudad, el argentino, el llamado Tata hará su presentación ante los medios de comunicación, expondrá su plan de trabajo y se echará a andar la maquinaria para empoderarlo como el nuevo Mesías nacional, pues en sus manos, estará el futuro del futbol mexicano a nivel selecciones durante, por lo menos, los proximos cuatro años, hasta el 21 de noviembre, fecha en la que se tiene programada iniciará el Mundial de Qatar en 2022.
El liderazgo. Desde el primer día, el Tata debe de imponer sus leyes en la cancha y fuera de ella, evitando que jugadores, directivos y televisoras se interpongan en su camino. De eso dependerá en mucho como transite su camino en este el ciclo mundialista.
Las divas. Martino sabe tratar estrellas, así que no deberá, se espera, tener problemas con los europeos del Tricolor, que a veces se comportan como “divas”.
Los locales. Uno de los conceptos que manejó como técnico fue entrenar con jugadores de la liga local en microciclos, para acelerar el concepto del estilo.
La regla 9/9. La proliferación de extranjeros será el principal enemigo de Martino. Sin materia prima no se tendrá mucho de dónde elegir.
Los amistosos, A pesar de que la Liga de naciones entrará en acción, los compromisos con la empresa SUM están vigentes, México debe jugar partidos amistosos en Estados Unidos y el técnico intentará sacar provecho de estos, aunque los rivales no sean de prosapia.
El medio. El ser técnico de la Selección Nacional Mexicana le acarreará al Tata muchos falsos amigos y muchos enemigos gratis. La repulsión por tener a un técnico extranjero en la Selección le acarreará críticas de ex técnicos, ex jugadores y demás, a veces bien intencionadas, a veces mal intencionadas.
La prensa. Habrá que esperar cuál es el manejo que tendrá Martino con los medios, y qué tantos candados le pondrán las empresas con los derechos para que pueda expresarse.