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Corría el minuto 80 del juego por la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Flamengo , y los “memes” corrían por todo el mundo.
Gabriel Barbosa
, delantero del cuadro brasileño, había tocado el trofeo antes de iniciar el encuentro, momento que quedó inmortalizado en las redes sociales, un gesto que todos lo asocian con la mala suerte, una maldición que se estaba cumpliendo en el campo, ya que River estaba a punto de coronarse.
Las burlas comenzaban a aparecer y se reproducían por todos lados.
Pero algo sucedió y la maldición no se cumplió. En cinco minutos Gabigol echó todos esos fantasmas a la borda y anotó dos veces para coronar al famoso Fla, que no había vuelto a levantar la Copa desde los 80, en las épocas de Zico.
La realidad es que durante la mayor parte del partido, parecía que Gabriel estaba maldito. Apenas tocó el balón, apenas disparó a la portería, todos los regates que intentaba se quedaban en las botas del rival.
Pero no, los fantasmas fueron exorcizado.
Primero, a los 88’, aprovechó un gran servicio para empatar y a los 92 minutos recogió la pelota puesta por un defensor de River para marcar el tanto del gane. Era el héroe, demostró que no había tal maldición en tocar el trofeo antes de iniciar el juego.
Aunque… Quizá haya quedado algo de mala suerte, ya que fue expulsado en la última jugada minutos antes de que el árbitro decretara el final del juego y Flamengo se convirtiera en el nuevo campeón de la Libertadores.