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Guadalupe
.– El clásico regiomontano involucra mucha pasión en el centro de Nuevo León . Este duelo divide la zona y, en ocasiones, los aficionados se olvidan de la simpleza de un partido de futbol.
La violencia consumió el choque entre Tigres y Monterrey del pasado septiembre, por lo que existe una tensión por parte del Gobierno y de los organizadores de la final de la Liga de Campeones de la Concacaf , a disputarse en el estadio BBVA Bancomer .
Los Rayados toman una postura clara e invitan a los aficionados, sin importar la camiseta que porten, a disfrutar el compromiso de mañana como una fiesta del deporte más querido en el país, porque no hay necesidad de extender el choque más allá de la cancha del “ Gigante de Acero ”.
“Que sea un clásico sin violencia, esto es futbol y que se queda así. Las familias nos esperan en nuestras casas. Invito a las aficiones a vivir el partido en paz”, llama Dorlan Pabón , capitán del Monterrey .
El Gobierno de Nuevo León tiene agendado un plan extenso durante la tarde de este miércoles, con la anticipación de cualquier incidente violento. Con más de 710 elementos de seguridad privada, alrededor de mil 500 policías y casi 150 vehículos, las inmediaciones del estadio BBVA será un fuerte para evitar algún conflicto.
En el vestidor del Monterrey , confían que no habrá problema alguno previo, durante o después de la final de la Concacaf .
“No va a pasar nada. La gente entendió que este no es el camino, no es parte de la fiesta. A nosotros y a ustedes [el público] nos gustaría hablar de este partido como una fiesta. Hay que dejar la violencia por un lado. Es un juego de futbol, un clásico y una final, todos los queremos ganar, pero debe de quedar ahí”, comenta Nicolás Sánchez , defensa y autor del tanto que tiene a los Rayados 1-0 sobre los Tigres en el marcador global.
En septiembre, la llegada de los aficionados provocó una fuerte bronca que terminó con un seguidor de los felinos en estado crítico en un hospital. Desde entonces, las barras “ La Adicción ” (de Monterrey ) y “ Libres y Lokos ” ( Tigres ) acordaron que ya no llegarían en caravanas a los recintos. Un pacto que los fanáticos de los Rayados rompieron la semana pasada en su arribo al Universitario .
“Siempre hay que dar el mensaje de que no haya violencia. Este clásico se vive con mucha pasión, pero que no sobrepase eso. Habrá un ganador y un perdedor, pero no tiene que pasar nada más”, anticipa Rogelio Funes Mori .
La seguridad de Nuevo León comentó que no puede evitar, en caso de darse, alguna concentración de caravanas, mas sí deshacerlas antes de que lleguen al estadio. A menos de 24 horas del sibatazo inicial, Miguel Layún recuerda que el futbol es para divertirse.
“Que sea una fiesta y un gran partido de futbol, no tiene que terminar de otra manera. Invitamos a los aficionados que vivn la final con pasión, pero que sean conscientes de que la violencia no lleva a ningún lado y no cambia algo. Hay que disfrutar todos, cada uno con su equipo”.