Más Información

En SLP nunca ha existido una gobernadora y ahora hay una posibilidad real que así sea, asegura Ricardo Gallardo tras aprobación de "Ley Esposa"

Morena analiza disminución de pluris y elección popular de consejeros del INE: Monreal; serán revisadas en la reforma electoral, dice

Rastro de jets vinculados al narcotráfico lleva a un vendedor en California… y a un punto ciego de la regulación aérea en Estados Unidos

Secretaría Anticorrupción sanciona a dos empresas por buscar contratos con información falsa; imponen multa de miles de pesos

Banxico se despide de 2025 con otro recorte a la tasa de interés; queda en 7% por ajuste de 25 puntos base
La grandeza de los Pumas no podría ser entendida sin Juan José Muñante , arquitecto en el primer título de un equipo de ensueño.
Su partida, a los 70 años de edad, luego de una larga lucha contra el cáncer de pulmón, sacó a flote el legado de un atacante único.
Profundo luto para quienes vieron jugar al peruano, pero también curiosidad para los seguidores auriazules más jóvenes, cuya referencia es su nombramiento en el once ideal histórico de los Pumas y su apodo de La Cobra .
¿ Por qué La Cobra ? Simple... Calculador , rápido, piel de ébano y de un letal veneno en cada servicio desde la banda derecha... así las cualidades que impactaron al legendario narrador Ángel Fernández, quien lo bautizó como La Cobra, pese a que llegó de Perú con el mote de El Jet .
Después de su paso por el Atlético Español (1973-75) y de un fallido intento de fichar con el América , el nacido en Pisco fue arropado un lustro por los Pumas (1975-80), con los que pasó a la historia al ganar el primer campeonato de la institución en Primera División (1976-77); jugó subcampeonatos (1977-78 y 1978-79) y formó parte de una legendaria plantilla.
“Imagínate el revuelo, la trascendencia de un equipo que tenía a los mejores extranjeros: La Cobra, Spencer, Cabinho, Cándido ... Me gusta recordar a Muñante como una gran persona, siempre estaba muy alegre, dejó un legado muy importante, lo vamos a extrañar mucho”, destacó José Luis Pareja López . “ No hay nadie como él, era de una capacidad muy especial con la posesión del balón y velocidad ”.
Pese a su salida de la escuadra del Pedregal , con un breve paso por el Tampico Madero , para después regresar a su país a retirarse en 1983, su vínculo con los felinos siguió con la formación de jugadores. Incluso, en sus últimos días de vida procuró a sus muchachos de la escuela estadounidense Miami Lake Soccer . “ Parte de su vida la dedicó a los niños y jóvenes, era un creyente de la formación ”, refirió otro exfelino, Abraham Nava , con quien coincidió como entrenador de equipos menores en Pumas .
“Llegamos a convivir mucho, la pasábamos bien haciendo carne asada. Me platicaba mucho de sus proyectos con escuelas de formación en Estados Unidos , es de los pocos que podríamos considerar un especialista de fuerzas básicas.
“¡ Uy!, como jugador fue de esos que son difíciles de encontrar, ya no hay de esos talentos que te sepan manejar los tiempos, que disfrutaba los amagues y dejar servido medio gol... eso sí, los fallabas y reventaba. Siento que se fue con un poco de tristeza, creo que le hubiera gustado un reconocimiento de Pumas. Fue muy especial para varios de los históricos. En nuestro grupo [de whatsapp] nos llegamos a organizar para hacer una colecta para sus medicamentos ”, agregó el exdefensa con un suspiro y un profundo pésame. “ Sólo se nos adelantó, como en sus desbordes”.
Noticias según tus intereses
[Publicidad]
[Publicidad]











