Las Águilas del América ligaron su segunda victoria y la primera como visitante del Apertura 2018.
El conjunto dirigido por Miguel Herrera inició el partido con el control del balón, con llegadas a la portería rival, sin embargo, no podían conseguir el gol que les diera la ventaja.
Los jugadores que trataban adelantar a los azulcremas fueron Oribe Peralta, Roberto Martínez, Andrés Ibargüen y Diego Lainez, este último que al minuto 15 tomó el esférico por la banda derecha, encaró al defensor y con perfil cambiado mandó guardar el balón al arco defendido por Alfonso Blanco para abrir el marcador a favor de los capitalinos.
Con este tanto, el jugador de apenas 18 años logró su primer gol después de 21 partidos disputados en el máximo circuito.
Tras el gol del América , los Tuzos trataron de igualar el marcador, pero el gran planteamiento defensivo americanista y la falta de calidad a la ofensiva del Pachuca, misma que ha sufrido durante los primeros dos partidos del torneo, hizo que no llegara la anotación del empate en el primer tiempo.
Para la parte complementaria el objetivo de los dirigidos por Pako Ayestarán era el mismo, conseguir el empate. Al 48 un potente disparo de larga distancia de Barreiro puso a temblar a la afición americanista, pero Agustín Marchesín apareció en el fondo para mantener su portería intacta.
Pachuca tuvo algunas jugadas de peligro pero no pudieron marcar. Al minuto 60, la defensa tuvo un error en la salida que aprovechó Oribe Peralta quien pasó el balón a Lainez para que marcara su segundo gol de la noche. El momento anímico para Pachuca cayó después de este gol.
Al 79 América consiguió un tiro de esquina y tras una serie de rebotes, Oribe Peralta colocó el 0-3 en el marcador, después de 5 meses, 13 partidos, rompió su sequía goleadora. Este gol hizo que la afición hidalguense comenzara a abandonar el estadio sin saber que al minuto 85 por la vía del penal, Franco Jara descontara el marcador.
La afición de Pachuca se fue molesta del Estadio por el accionar de su equipo, no sólo en este partido, también por el flojo inicio de torneo. Contrario a los americanistas, quienes regresan a la Ciudad de México felices por la victoria y por tener a un equipo que va incrementando su nivel futbolístico en el torneo.