El Real Madrid sufrió hoy su segunda derrota en diez jornadas de la Liga española de futbol al perder por 2-1 en el campo del modesto Girona, un tropiezo que lo alejó ya a la sideral distancia de ocho puntos respecto al Barcelona, el sólido líder.
El conjunto blanco exhibió su peor nivel y en todo momento fue inferior a un debutante en la primera categoría, un Girona que volteó el tanto inicial de Isco con los goles de Christian Stuani y Portu. "Es un momento complicado. Hay que jugar mejor, hay que trabajar más. No hemos creado oportunidades y ahora hay que tener la cabeza fría", analizó el centrocampista del Real Madrid Carlos Casemiro nada más acabar el partido en los micrógonos de BeIn Sports.
La primera parte ya fue poco inspirada para el Real Madrid. Se fue al descanso con ventaja 1-0, pero más por los azares que tiene el fútbol que por sus méritos. El Girona tiró dos balones a los palos y los blancos aprovecharon prácticamente su única ocasión de gol. El partido nació con la controversia política, que tiene a Gerona como uno de los focos de los reclamos independentistas de Cataluña, pero no ocurrió nada más llamativo que lo deportivo.
Y nada menos que una derrota del Real Madrid ante un recién ascendido. El equipo de Zinedine Zidane mostró una enorme falta de actitud. Fue como si los éxitos de la pasada temporada le hubieran saciado y le estorbaran este tipo de partidos. A cambio, el Girona mostró entusiasmo, interés y ambición. A los 12 minutos, Maffeo estrelló un balón en el palo del Real Madrid y los visitantes armaron inmediatamente una contra que culminó con un gol de Isco.
Y lo que podría augurar un paseo para los de Zidane se convirtió en una pésima experiencia. A los 35 minutos, Portu mandó un nuevo balón al palo de Kiko Casilla y el Girona llegó al descanso con la sensación de que iba por detrás, pero sin mercerlo. Encontraría justicia en la segunda parte. El Real Madrid salió del descanso con idéntica falta de actitud. El empate llegó a los 54 minutos con un tanto del uruguayo Christian Stuani en una jugada que delató la falta de compromiso de los blancos con el esfuerzo y cuatro minutos después llegó el segundo gol local, obra de Portu. Lo que siguió fue un ataque incontrolado del Real Madrid. Acumuló más delanteros que ocasiones de verdad.
El Girona disfrutó de mejores oportunidades y vivió muy cómodo en el repliegue. El ingreso en el campo de Marco Asensio y Lucas Vázquez no produjo efecto alguno. Así cerró el Real Madrid una de sus peores actuaciones durante la "era Zidane", una derrota que, por lo pronto, dejó un efecto visible: está a ocho puntos del Barcelona después de ceder su segunda derrota en diez jornadas de la Liga española.