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El Real Madrid
, actual campeón de Europa, perdió hoy por 1-0 en su visita al endeble CSKA de Moscú y encendió todas las alarmas después de acumular tres partidos consecutivos sin hacer un gol.
Un gol de Nikola Vlasic al comienzo deL encuentro fue suficiente para tumbar a un Real Madrid que estrelló tres balones en los palos para sumar su primera derrota en la actual edición de la Liga de Campeones.
El Real Madrid rompió una racha de 28 partidos consecutivos haciendo al menos un gol en la Liga de Campeones. No se quedaba sin marcar desde la semifinal de abril de 2016 ante el Manchester City. Y la última vez que el conjunto blanco estuvo tres partidos seguidos sin marcar fue en la temporada 2006/07 con Fabio Capello en el banquillo. Todavía no estaba Cristiano Ronaldo.
El equipo ahora entrenado por Julen Lopetegui vivió una agonía en Moscú. El CSKA apenas tardó 65 segundos en adelantarse en un jugada que delató la falta de tensión de los blancos. Un futbolista tan seguro como Toni Kroos regaló un balón en defensa, Raphael Varane estuvo muy blando en la marca y Vlasic aprovechó tanta concesión para marcar.
Lejos de reaccionar, el Real Madrid pareció desconcertado durante varios minutos y el CSKA todavía se atrevió para tirar varios contraataques que sembraron el temor en la inestable defensa visitante.
Es cierto que el Real Madrid se presentó en Moscú con las bajas de Sergio Ramos, Marcelo, Isco y Gareth Bale, pero eso no explica su pésimo arranque de partido, sin la concentración exigida para un partido de alto nivel.
El equipo de Julen Lopetegui comenzó a reaccionar a los 28 minutos con un disparo al palo de Casemiro. Y después llegaría otro remate de Karim Benzema que también se fue a la madera. Entre su indolencia inicial y los palos, el Real Madrid se fue al descanso con una desventaja con la que pocos contaban.
La segunda mitad fue un continuo asedio del equipo forastero ante un CSKA que vivió agrupado en su área y por momentos angustiado. Pero resistió hasta el final.
Lopetegui quitó del campo Lucas Vázquez y Casemiro para dar entrada a Mariano y Luka Modric. Puso todo lo que tenía, pero el problema actual del Real Madrid es evidente: no tiene gol.
El amplísimo dominio blanco no se tradujo realmente en muchas ocasiones. Fue como un partido de tenis, con la pelota de un lado a otro del campo.
Y por si fuera poco, este Real Madrid tan escaso de goles tampoco tiene fortuna. Así lo demostró a un minuto del final Mariano con un remate que se estrelló en el palo. El tercero de la noche.
Así acabó un encuentro que sirvió para confirmar que el Real Madrid se desangra en ataque. Lleva sin ganar dos partidos de la Liga española y este de la Liga de Campeones ante un rival muy menor. Motivos suficiente para encender la luz de alarma.