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El América
hizo todo lo contrario a su linaje de grandeza: el ridículo. Regaló a los Tigres un par de autogoles y el pase a la final de la Leagues Cup, luego de fallar en la serie de penaltis.
Miguel Herrera
abrió el partido con una línea defensiva un tanto atípica, para no sentir la ausencia de Emanuel Aguilera. En la central, Bruno Valdez junto con el capitán Paul Aguilar. Por su parte, Ricardo Ferretti sorprendió al dejar a André-pierre Gignac en la banca; dispuso del francés hasta el minuto 63', cuando prevalecía el 1-1.
La primera anotación de la noche activó las alarmas de Coapa, por la urgencia de buscar un refuerzo para las líneas traseras. En pleno acoso felino, Paul Aguilar acuchilló a los suyos (14’) al empujar el balón a sus redes.
Las Águilas
abogaron a lo que mejor les sale en la adversidad, al coraje que esta vez explotó Andrés Ibargüen. El volante colombiano dañó la cabaña de Nahuel Guzmán (penalti, 36’) y con una jugada frontal al meta argentino (83’).
La nueva rivalidad parecía sentenciada, mas la inconsistencia en la zaga crema golpeó con otro autogol a la meta de Óscar Jiménez, por un mal rechace de Bruno Valdez (95’) que movió la pizarra, con el 2-2 y el cronómetro prácticamente muerto.
Sin tiempo para lamentos ni festejos, ambos se la jugaron en los penaltis como en la reciente edición del Campeón de Campeones, donde los capitalinos salieron airosos gracias a la gesta del arquero albiceleste Agustín Marchesín. Pero Marche ya no está.
Jiménez no pudo con ninguno de los disparos, mientras que en la banca Guillermo Ochoa y el resto de la plantilla miraba con una esperanza que se esfumó con el fallo de Leonel López, para sellar la fatídica noche de un América que extrañó a los lesionados Nicolas Castillo, Nicolás Benedetti y Giovani dos Santos.