La introducción del videoarbitraje (VAR) en el Mundial de futbol de Rusia 2018 cada vez es más probable: el organismo encargado de velar por las reglas del juego presentó hoy un balance muy positivo de las pruebas realizadas hasta el momento.
Los miembros de la International Football Association Board (IFAB) se reunieron hoy en Zúrich para analizar la fase de pruebas a la que fue sometida el VAR.
"Hemos visto los resultados y son alentadores", comentó el director general de la IFAB, Lukas Brud.
Sin embargo, la esperada recomendación previamente anunciada no fue formulada de forma pública. La IFAB tomará la decisión definitiva sobre el uso del VAR el 3 de marzo.
El Mundial de Brasil 2014 fue el primero de la historia en el que se aplicó la teconología de la línea de gol. En Rusia 2018, que arranca el 14 de junio, se pretende ir un paso más allá y utilizar el videoarbitraje.
El VAR, que ya se probó en la última Copa Confederaciones y en el Mundial de Clubes, para rearbitrar jugadas decisivas como goles, penales, tarjetas rojas o confusiones de identidad.
Sin embargo, su uso generó polémica por la ralentización de juego y su no aplicación en ciertas jugadas dudosas. Además, genera confusión en los espectadores que siguen los partidos por televisión porque la discusión entre el árbitro principal y el árbitro de video, que está en una sala en el estadio, no se escucha.
Los miembros de la International Football Association Board (IFAB) se reunieron hoy en Zúrich para analizar la fase de pruebas a la que fue sometida el VAR.
"Hemos visto los resultados y son alentadores", comentó el director general de la IFAB, Lukas Brud.
Sin embargo, la esperada recomendación previamente anunciada no fue formulada de forma pública. La IFAB tomará la decisión definitiva sobre el uso del VAR el 3 de marzo.
El Mundial de Brasil 2014 fue el primero de la historia en el que se aplicó la teconología de la línea de gol. En Rusia 2018, que arranca el 14 de junio, se pretende ir un paso más allá y utilizar el videoarbitraje.
El VAR, que ya se probó en la última Copa Confederaciones y en el Mundial de Clubes, para rearbitrar jugadas decisivas como goles, penales, tarjetas rojas o confusiones de identidad.
Sin embargo, su uso generó polémica por la ralentización de juego y su no aplicación en ciertas jugadas dudosas. Además, genera confusión en los espectadores que siguen los partidos por televisión porque la discusión entre el árbitro principal y el árbitro de video, que está en una sala en el estadio, no se escucha.