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edgar.luna@eluniversal.com.mx
Delanteros en peligro de extinción. Pasan los años y en el futbol mexicano han dejado de aparecer 9 naturales, hombres de área.
Hoy se busca a quien pueda ocupar el lugar de Javier Hernández, quien por su edad, difícilmente llegaría al Mundial de Qatar.
Esto nace en los clubes. Son poquísimos los equipos de México que tienen en sus equipos a centros delanteros nacionales, titulares o banca. Esos puestos son dejados, casi en exclusiva para los extranjeros, o los no formados en el futbol azteca.
Cruz Azul tiene a Milton Caraglio; Pumas, a Carlos González; Santos, a Julio Furch; Querétaro, a Camilo Sanvezzo; Tigres, a André-Pierre Gignac; Toluca, a Enrique Triverio; Morelia, a Carlos Ferreira; Pachuca, a Franco Jara; León, a Mauro Boselli; Puebla, a Lucas Cavallini; Tijuana, a Juan Lucero; Necaxa, a Víctor Dávila; Veracruz, a Cristian Menéndez; Lobos, a Colin Richards y Atlas, a Jefferson Duque.
En la actualidad, más allá del Guadalajara, que por historia sólo juega con nacionales, los clubes nacionales que apuestan por atacantes mexicanos como titulares son: Monterrey, que por necesidad, al tener lesionado a Rogelio Funes Mori, le dio oportunidad al joven Luis Madrigal, y el América, que aún confía en el último aire del veterano Oribe Peralta.
Esto lógicamente afecta a la Selección Nacional, que con el retiro del mismo Oribe y la edad de Javier Hernández (30 años), se queda con pocas opciones en el ataque, siendo Raúl Jiménez (27) el referente. ¿Quién está detrás de él? Hoy..., nadie... “Lamentablemente se están acabando los delanteros mexicanos, por la cantidad de extranjeros, lo que me parece un grave error. Lo último que queda es Oribe Peralta, está Raúl Jiménez, el Chícharo y creo que el futbol mexicano se debe preocupar en trabajar con los jugadores nacionales”.
De los diez máximos goleadores históricos del Tri, nueve son centros delanteros. Sólo dos, Cuauhtémoc Blanco y Luis Roberto Alves Zague salen de esa categoría, los demás sabían moverse en el área y sabían saludar a las redes.
En el inicio del nuevo ciclo mundialista hay que preguntar y lamentar: dónde están los Jared Borgetti, los Luis Hernández, los Carlos Hermosillo, los Enrique Borja, los Hugo Sánchez, los Luis García y ni hablar de los Oribe o los Chicharitos. Hoy, no hay quién se les acerque, ni de la nueva generación ni de la del fracaso.
