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El regreso de Nicolás Castillo a la cancha del Olímpico Universitario no sólo representa un peligro latente para los Pumas, sino para el resto de los clubes de la Liga.
Y no hay mejor manera de saciar su hambre de gol, que en un clásico contra los felinos y en el recinto donde rompió las redes con 20 anotaciones.
“Nos sirvió de experiencia, [en la semifinal de vuelta]. Fue una semana muy fea para todos y queremos revancha, porque desde fuerzas básicas nos enseñan a ganarle como sea”, reflexionó el lateral Alan Mozo. “Nico fue un gran compañero, pero cuando portas la playera del América, es ganarte sí o sí”.