Aunque la directiva del Atlas se esmere en asegurar que el proyecto encabezado por Rafael Puente del Río continuará, sin importar lo que suceda mañana en el clásico tapatío, la realidad es que el puesto del entrenador sí estará en juego en el estadio Jalisco.
Es cierto que la idea es respaldar al joven estratega, pero en la directiva rojinegra saben bien que un papelón, con goleada incluida de las Chivas, generaría un ambiente insostenible, sobre todo porque la afición está cansada de que el equipo no dé el salto de calidad necesario, sin importar quiénes sean los dueños.
Los actuales desean ganar y dar una alegría a su gente, pero si no...