Un hecho nada usual se presentó en el partido entre Chivas y Lobos BUAP de la categoría sub 17 , cuando un penalti cobrado por un mediocampista rojiblanco acaparó las miradas incrédulas de todos los presentes.
El cobro de Diego Campillo fue a dar al travesaño y se elevó, saliendo incluso de la toma televisiva, y al bajar, el balón entró a la portería con la jiribilla provocada por su encuentro con el larguero.
Para el momento en que el esférico se incrustó en el marco, el jugador que había chutado desde los once pasos ya daba la espalda al arco, como asumiendo que se trataba de una falla; sin embargo, el portero de su equipo, que observaba la acción desde el borde del área, levantó los brazos en señal de festejo y le hizo saber que había marcado el gol.
El tiro fue el primero para la causa tapatía en una tanda de penaltis que es obligatoria después de cada encuentro de la categoría, sin importar cuál sea el marcador. En este caso, los 90 minutos reglamentarios concluyeron con un contundente 6-1 en favor del Guadalajara .