De madrugada, después de una larga espera, la Selección Nacional llegó a Charlotte a las 5:20 de la mañana (del viernes 21 de junio), en la que es su tercera parada, en donde disputará el partido que cierra el grupo A de la Copa Oro.
La delegación mexicana tuvo un retraso de más de 12 horas por una falla técnica en el avión que fue contratado por Concacaf para este vuelo, lo que impidió seguir los planes de Gerardo Martino rumbo al partido contra Martinica.
Fueron, prácticamente, dos días perdidos para el cuerpo técnico del Tata , que poco pudo hacer mientras esperaban varados en Denver, luego de que la utilería del equipo si fuera trasladada desde temprano a Charlotte , por lo que perdieron la oportunidad de programar una práctica emergente todavía en Colorado.
Algunos con cara de desvelados, algunos sonrientes y otros con el hartazgo que representó estar a la espera de que el avión de Miami Air fuera reparado de una llanta, los seleccionados mexicanos llegaron directo a descansar. El avión en el que debían viajar, era la misma aeronave que horas antes transportó sin problemas a las selecciones de Canadá y Cuba.
Hay que recordar que Concacaf, p ara estas carteleras dobles, asigna el mismo avión para las cuatro selecciones que jugaran en determinada ciudad y que programa que el viaje lo compartan los equipos que se enfrentarán en la siguiente jornada, por lo que la selección de Martinica también tuvo que el mismo problema.