Cuenta la leyenda: Juan Francisco Palencia era más que una promesa cuando debutó en Cruz Azul allá en 1994 , se volvió el " Niño ", el niño consentido de la afición y directiva cementera .
Palencia
de la mano de Carlos Hermosillo se convirtió en el emblema de la Máquina cuando el " grandote " se fue. Era el capitán , el líder, el goleador, ganó el título del Invierno 1997 y fue parte importante del equipo que llegó hasta la final de la Copa Libertadores del 2001 , la cual se perdió ante Boca Juniors . Pero la historia al final, no tuvo final feliz ...
El tiempo libertador catapultó a Palencia al futbol de España , al Espanyol de Barcelona , equipo donde no tuvo los mejores números pero donde destacó por su entrega y disciplina. Al terminar el año, el Espanyol quiso alargar el préstamo, Cruz Azul no accedió y Palencia a regañadientes regresó a La Noria .
Pero ya nada fue igual. Palencia era otro, más europerizado, culpando a la prensa de todos los malos momentos y levantando el puño contra lo que no le pareciera correcto o no le gustara. Mario Carrillo llegó a Cruz Azul en el Apertura 2003 , llegó a la Máquina para meterla en una crisis histórica.
En nueve juegos de Liga , no ganó ninguno, además de casi quedar fuera de la Copa Libertadores ... La directiva en un intento de " castigar " o alentar a los jugadores, despidió a toda la plantilla para renegociar su contrato en base a objetivos... Se necesitaban conseguir 23 puntos de los 30 que quedaban.
Después de dimes y diretes, la plantilla en voz de Palencia dijo no, pero la valentía duró poco tiempo. La mayoría de la plantilla, conformada por novatos como José Juan Hernández , Melvin Brown , Tomás Campos , y algunos veteranos como Miguel Zepeda , recularon y decidieron firmar.
Los extranjeros de la plantilla: Sebastián Abreu , Pablo Galdames, Julio César Pinheiro, Daniel Baldi , además de Sergio Almaguer , se mantuvieron en lo dicho... Se irían del club tras ser indemnizados.
Pero quedaban dos figuras en el club que no se decidían: Óscar Pérez y Juan Francisco Palencia ... Al final, los dos, ambos canteranos, símbolos del equipo, doblaron las manos y volvieron al equipo.
Los extranjeros los tacharon de traidores. Mas no hubo arreglo en lo deportivo. Cruz Azul apenas mejoró, y cuando más se necesitaba de Palencia , del Niño , el símbolo, dijo en los pasillos de La Noria : "Me orino en la bandera de Cruz Azul ".
Al término de ese torneo, Palencia se fue del club cementero y a 15 años de distancia, no ha vuelto, ¿ni volverá? Palencia como técnico de Lobos BUAP verá de frente la playera azul, de donde surgió y se hizo famoso, y a la que alguna vez insultó por sus necesidades fisiológicas.