José Antonio García fue el cerebro detrás del Pacto de Caballeros. Quien fuera propietario del Atlante es uno de los responsables del malestar del gremio futbolístico por una regla no escrita. Un pacto que se resume en un acuerdo informal entre el club y el jugador, que no puede negociar con nadie más si la institución no está conforme, incluso, si el contrato laboral esté por concluir, debido a que la institución tiene que salir beneficiada.
“¿Cuál es el activo de un equipo como Atlante? Además de la marca, franquicia, son los jugadores, ¿con qué sobrevives? Son códigos no escritos en un equipo”, justificó García en charla con EL UNIVERSAL, en 2013.
Hoy, a casi cinco años de esas declaraciones, al Pacto de Caballeros se le avecina un freno si la reunión de esta tarde de capitanes y directivos rinde frutos.
El fin de la regla fantasma aparentemente estaría cerca, contrario a lo que aseguraba Toño García, que ahora rechazó la llamada de esta casa editorial.
Reyna, solidario. Si alguien sabe de conflictos laborales, ése es Ángel Reyna, que en su andar por el balompié nacional ha visto que el Pacto de Caballeros es dañino y para erradicarlo es necesario que “el gremio esté unido”.
“Creo que ya todos lo sabemos, (el pacto) afecta, ya es de muchos años. Se necesita la unión del gremio, para tomar decisiones correctas”, opinó el atacante.
Respecto a la Asociación Mexicana de Futbolistas (AMFpro), Reyna se expresó contento por su creación. “Me da gusto, [la asociación] tenía muchos años de comentarse, ahora hay que apoyarla. Está respaldada por jugadores importantes como Chicharito [Javier Hernández], realmente me da gusto que apoyen y que sean jugadores activos que le dan un plus a la asociación”.