Fue el 23 de mayo de 1976. Atlante era local administrativo en la cancha del estadio Azteca . Eran las doce del día.
El juego se encontraba empatado a cero goles y los Potros dominaban a un Cruz Azul en ese entonces ya dirigido por Ignacio Trelles y que mantenía inamovible a Miguel Marín en el marco.
Atacan los azulgranas y disparan a la portería, tiró fuerte al que el Superman le metió las manos para detenerlo de pie, sin problemas, pero era conocido de todos que los despejes de mano de Marín eran un pase al pie del compañero y quiso hacerlo de nueva cuenta, pero... Un atlantista de interpuso en la dirección y Marín decidió echar vuelta atrás su brazo en posesión del balón, pero con tal fuerza que no pudo detener el esférico y la pelota se le escapó para entrar en la portería.
Gol de Atlante. Autogol de Miguel Marín.
El juego quedó empatado a un gol, pero esa imagen, el autogol del Superman, ahí quedó.