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El 25 de mayo de 2020,
fue asesinado en Minneapolis por un hombre cuyo trabajo era proteger al público. Todo el mundo fue testigo de cómo las imágenes de video del oficial de policía blanco Derek Chauvin arrodillado sobre el cuello de George Floyd se volvieron virales. Millones de personas en todo el mundo vieron a un hombre negro de 46 años inmovilizado brutalmente durante más de nueve minutos. Le oyeron decir más de 20 veces que no podía respirar. Le oyeron suplicar por su madre.
Vieron cómo Chauvin mantenía una rodilla presionada sobre su cuello. George Floyd estaba inmóvil cuando llegó la ambulancia y una hora después fue declarado muerto. No fue el primer ejemplo de brutalidad policial captado en una película, pero lo que hizo que esto fuera diferente fue la reacción que provocó. Al poco tiempo, se sintió como si todos en todas partes supieran lo que había sucedido. Algo poderoso se estaba construyendo en todo el mundo. A pesar de todo, el deporte ofreció un escenario para que esos sentimientos se expresaran.
Un año después de la muerte de George Floyd , Chauvin fue declarado culpable de asesinato. El racismo está siendo denunciado como nunca antes, y se siente como si la gente finalmente estuviera escuchando. En junio pasado, el campeón mundial de boxeo de peso pesado Anthony Joshua se dirigió a la multitud en una protesta de Black Lives Matter en su ciudad natal de Watford . "El virus ha sido declarado pandemia", dijo. "Esto está fuera de control. Y no estoy hablando de Covid-19 . El virus del que estoy hablando se llama racismo. Estamos unidos contra un virus que ha sido fundamental para acabar con la vida de jóvenes, ancianos, ricos y pobres: un virus que no se disculpa y se propaga por todos los sectores".
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A medida que el deporte regresó gradualmente, la protesta vino con él. Los jugadores que se arrodillan rápidamente se convirtieron en la norma. El futbolista estadounidense Colin Kaepernick lo había hecho en 2016. En ese entonces, recibió fuertes críticas y finalmente se quedó sin un equipo de la NFL . Pero en junio de 2020, la NFL reconoció que había estado "mal por no escuchar a los jugadores antes" y alentó a "todos a hablar y protestar pacíficamente".
Cuando la temporada interrumpida de la Premier League se reanudó el 17 de junio, todos los jugadores se arrodillaron antes del inicio del partido. Días después de que su campaña condujera a que el gobierno del Reino Unido revocara la decisión de no proporcionar vales de comida escolar a alrededor de 1,3 millones de niños en las vacaciones de verano, el delantero del Manchester United Marcus Rashford levantó el puño en un saludo Black Power en el campo del Tottenham .
Y cuando, menos de una semana después, una pancarta que decía " White Lives Matter Burnley " voló sobre el Etihad Stadium durante su partido fuera de casa en el Manchester City , el capitán del Burnley , Ben Mee , dijo que estaba "avergonzado". En la Fórmula 1 , el único piloto negro también habló. Algunos se sentían incómodos al arrodillarse. Lewis Hamilton dijo que su desgano se debía a una falta de comprensión.
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"Todavía hay algunas personas que no comprenden completamente lo que está sucediendo y el motivo de estas protestas", dijo Hamilton . "Sigo tratando de ser ese guía, de influenciar a tantas personas como pueda". Una semana más tarde, después de ganar el Gran Premio de Estiria, levantó el puño en un saludo Black Power mientras se paraba en su auto, y lo hizo nuevamente en el podio.
El 9 de julio se reinició la Major League Soccer . Al día siguiente, el jefe de Montreal Impact y leyenda del Arsenal , Thierry Henry , rindió homenaje a George Floyd arrodillándose durante los primeros ocho minutos y 46 segundos de su primer juego de regreso. Lo hizo para representar la cantidad de tiempo que Derek Chauvin se arrodilló sobre el cuello de George Floyd antes de morir.
El 23 de agosto de 2020, Jacob Blake , un hombre negro desarmado de 29 años, recibió siete disparos por la espalda en Kenosha , Wisconsin . El oficial de policía que le disparó estaba tratando de arrestarlo mientras subía a su automóvil, donde estaban sentados sus tres hijos. Después del tiroteo, los Milwaukee Bucks cancelaron su partido de la NBA contra el Orlando Magic el 26 de agosto, exactamente cuatro años después de que los medios de comunicación notaron por primera vez las protestas de Kaepernick . Los jugadores de los Bucks emitieron un comunicado que decía: "A pesar de la abrumadora petición de cambio, no ha habido acción, por lo que nuestro enfoque hoy no puede estar en el baloncesto".
