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edgar.luna@eluniversal.com.mx
En el pequeño estado de Paraiba, al norte de Brasil, pegado al océano Atlántico, se encuentra el municipio de Campina Grande, donde sobrevive un equipo de futbol llamado Desportiva Perilima, que acaba de ascender a la primera división estatal gracias a un técnico mexicano.
Gracias a Ricardo Campos.
Campos es conocido por ser uno de los auxiliares de Luis Fernando Tena en distintos equipos, y después de la última aventura con el Flaco, en los Gallos Blancos de Querétaro, decidió tomar su maleta e irse para el sur, para Brasil, a dirigir al Perilima...
“Ocho juegos, ocho victorias, 30 goles a favor y sólo uno en contra. Campeones indiscutibles de la Segunda División Estatal, acabamos de ascender a primera”, menciona el director técnico para EL UNIVERSAL Deportes.
Logro que puede minimizarse, pero no... “no es que juguemos en liga amateur o algo así, esto es futbol profesional. En Brasil hay ligas por cada estado, esas ligas tiene varias divisiones y nosotros ascendimos a la primera de Paraiba. Aquí se paga, no como en México, pero es futbol profesional. Vine a la aventura y me estoy llevando una gran experiencia de vida, porque levantamos un club de la nada”.
Su más grande apoyo estuvo en la cancha, “mi gran líder fue Marcelinho Paraiba, tiene 43 años y mucha clase. Jugó en Francia, Alemania, Turquía, en la Selección, un gran profesional que está en forma, también está Lucas Silva, quien jugó para Cruz Azul, Toluca, Monterrey. Ellos fueron el soporte del equipo”.
Lo que más le llamó la atención del torneo no fueron las buenas o malas costumbres, sino la forma “en que la organización hizo todo lo posible para que no fuéramos campeones. Todo el mundo nos quería bajar, nos suspendieron el campeonato dos veces para quitarnos el ritmo, nos expulsaban jugadores sin motivos, en fin”.
Ricardo Campos vuela para México, “hay pendientes que atender”, pero en enero regresará. “Queremos seguir hacia arriba. Si logramos ascender iríamos al D nacional y ahí podríamos jugar en la Copa de Brasil contra los grandes, Sao Paolo, Fluminense, Corinthians, todos esos”.
Campos es de los pocos casos de técnicos mexicanos que van a la aventura en busca de nuevas experiencias, no de dinero, “el objetivo es aprender, es vivir, al final, todo es futbol”.