La trifulca de Diego Armando Maradona en el estadio Alfonso Lastras empezó desde antes que jugaran el Atlético San Luis y los Dorados . A la directiva sinaloense no le gustó el palco asignado, debido su poca capacidad y la ubicación, en el segundo piso del inmueble, arrinconado, casi escondido.
Además, desde que arribó le pareció mínima la seguridad, si se toma en cuenta a la celebridad que los dirige. Indignada y ya en sus lugares, la comitiva del Gran Pez que rodeaba al Pelusa respondió con señas obscenas a los insultos que provenían de los palcos vecinos. Total que todo se salió de control y lo peor es que lo intuyeron