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Aquel gol contra el Guadalajara significó una especie de maldición para el delantero americanista Oribe Peralta.
Desde su tanto en el Clásico Nacional del 18 de octubre del año pasado, el atacante mexicano ha sufrido para hacerse presente en el marcador. Suma 717 minutos en Liga y Liguilla sin poder festejar. Una sequía que le ha sido dolorosa al cuadro águila.
La ausencia de goles del Cepillo y el resto de los delanteros azulcrema obligó a la dirigencia de Coapa a buscar fichar un nueve que llegara del extranjero.
Hasta la fecha, no se ha concretado ese traspaso y sólo tienen a Henry Martín, contratado en el pasado Draft y quien hizo la diana para los emplumados en el debut ante Querétaro.
Será hasta el 31 de enero cuando cierre el periodo de traspasos invernal. Por las palabras de Miguel Herrera, técnico emplumado, da la impresión de que no habrá una incorporación.
Los nombres de Luuk de Jong, Demba Ba, Aleksandar Mitrovic y hasta Raúl Jiménez se han ido descartado para llegar al Nido. Ya sea por el precio o la negativa de los clubes de origen para desprenderse de ellos, el Ame se ha quedado sin poder sumar un ariete que complemente a Peralta.
“No hay prisas, pero si vemos que se están extendiendo mucho la cuestión de contratar a un delantero nos vamos a quedar como estamos”, señaló el Piojo.
“No vamos a llenar por llenar los huecos. No cualquiera debe venir, por lo que si es un jugador indispensable vendrá, si no, este plantel es competitivo”, ahondó el timonel mexicano.
Sin otro delantero, América requiere que Oribe despierte de su letargo goleador. Esta tarde ante Pachuca, el cuadro amarillo se presenta ante su público en el Estadio Azteca, por lo que requiere anotaciones que ilusionen a su parcialidad. Un atacante en el América no puede darse el lujo de tener casi tres meses sin anotar. La tribuna azulcrema puede empezar a molestarse con Oribe.