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Diego Maradona superó otra advertencia que le dio su cuerpo, tan bendecido para el futbol como castigado por las adicciones. Pero, ¿tiene margen para otro susto? Su familia y médicos creen que no.
La salud del exastro tuvo otra vez en vilo a sus miles de fanáticos en todo el mundo, debido a una cirugía para atender un edema craneal, a la que se sometió hace una semana en una clínica privada de Buenos Aires. Su estado clínico es bueno y en cuestión de horas recibirá el alta médica.
A los 60 años y por sus antecedentes, la salud del exfutbolista quedará bajo custodia de sus hijas y médicos.
“Se va a continuar con dispositivo acorde a un paciente como Diego Maradona, que tiene que ver con acompañamiento terapéutico, enfermeros, un equipo multidisciplinario y fundamentalmente acompañamiento familiar”, dijo a AP el psiquiatra Carlos Díaz, que atiende a Maradona durante su internación.
El médico personal de Maradona, Leopoldo Luque, adelantó el martes a radio La Red que el plan es mudar al exfutbolista una casa en un barrio cerrado situado al norte de la capital, cerca de donde residen sus hijas mayores Dalma y Giannina.
“Es un paciente que vive en extremos. Cuando él quiera va a dejar aquello que le hace mal. Lo que pasa es que no logra convencerse. Tiene que seguir trabajando”, apuntó Luque.
Esto significa que al menos por ahora Maradona no podrá regresar a su puesto de entrenador de Gimnasia La Plata.
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La carrera del mejor futbolista argentino de la historia se vio opacada por los escándalos y problemas de salud asociados a su adicción a la cocaína. Tras el retiro, estuvo al borde la muerte en 2000 y 2004. Si bien Pelusa dejó de consumir drogas, lo hizo a costa de un tratamiento con varios psicofármacos que continúa.
En el último tiempo Maradona empezó a evidenciar problemas con el alcohol. Según explicó Luque, su paciente no bebe en gran cantidad, pero la combinación con los psicofármacos terminó por desequilibrar su organismo y fue lo que motivó la internación el lunes 2 de noviembre. Como parte de una tomografía de rutina se detectó el edema craneal, que en la mayoría de los casos es causado por caída. El excapitán del seleccionado campeón del mundo en 1986 no recuerda el episodio.
“Es consciente y sabe que tiene que hacer algo por su recuperación”, reveló el psiquiatra Díaz. “Son múltiples factores los que tenemos que evaluar. Tratar de mejorar al máximo su nutrición, que se pueda entrenar lo máximo posible, que se encuentre vinculado a sus afectos. Es esencial que sus hijas estén cerca de él, que lo acompañen”.