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Una expulsión a un jugador le costó a un árbitro amateur recibir un golpe que casi le provoca perder la vista y tener que recibir atención médica para no agravar más su situación.
El silbante Miguel Valle fue víctima de la violencia en el futbol. Durante un partido el pasado 5 de febrero en la Liga Deportiva de Tlajomulco, en Jalisco , un futbolista al que expulsó no le pareció esta decisión y optó por golpear al árbitro cuando este apuntaba en su libreta la tarjeta roja que había mostrado momentos antes.
“Fue la última jugada del partido, marqué una falta, mostré la tarjeta roja. Cuando saqué mi libreta para apuntar sentí el golpe en ese momento”, señaló Valle a EL UNIVERSAL Deportes.
Inlcuso, el árbitro señaló que el hermano de su agresor intentó golpearlo también, pero el equipo contrario evitó que esto sucediera: “su hermano también quería golpearme pero los compañeros del otro equipo no lo permitieron”.
Después de recibir el impacto, el presidente de dicha liga, Eugenio Villanueva , llevó al silbante a servicios médicos, el doctor que se encontraba ahí le mencionó que se fuera a atender a Guadalajara: “El médico me dijo que por la gravedad era mejor ir a la clínica, me llevaron a una en donde yo vivo pero sólo me vendaron y me mandaron a otra, en la clínica 14 me hicieron una radiografía y me mandaron al centro médico”, agregó.
Miguel relató el proceso que pasó en el centro médico ya en Guadalajara . “Vieron que mi ojo estaba mal, me reconstruyeron el rostro, tenía fracturado el pómulo, me tuvieron que hacer una cirugía en el ojo, afortunadamente no perdí la vista”.
Pero todo esto no pasó de inmediato, Valle señala que ingresó al Centro Médico hasta el día 6 de febrero, fue operado el 12 y dado de alta el 13, es decir, ocho días después de que recibió el golpe.
“Me pusieron una malla en el ojo y una placa en el pómulo”.
Y aunque el trabajo de árbitro es como apoyo a sus ingresos, será muy complicado que regrese a la actividad, pues los doctores advirtieron que de recibir un golpe podría tener consecuencias graves.
“Lo veo difícil, los médicos me dijeron que cualquier balonazo o parecido, podría ser grave”.
Y sobre el agresor, Valle señala que la investigación está en curso y hasta el momento, los gastos para atenderse han corrido por su cuenta con apoyo de su familia.