Más Información
IMSS Bienestar instala mesa para solucionar conflictos laborales; se compromete a pagar en un plazo no mayor a 4 meses
Alito Moreno se reúne con Julio María Sanguinetti, expresidente de Uruguay; buscan fortalecer lazos en América Latina
Inai busca participar en elaboración de leyes secundarias de Transparencia; “queremos incidir en la nueva legislación", piden comisionados
Detención de “El Cholo Palacios” clave para esclarecer Caso Ayotzinapa, afirma Alejandro Encinas; testimonio podría revelar paradero de estudiantes
INE advierte riesgo en elecciones de ocho estados por falta de recursos; los más afectados son Yucatán, Guerrero y Zacatecas
edgar.luna@eluniversal.com.mx
“No es momento de esconderse”, dice Milton Caraglio.
Pero la realidad es que los delanteros de Cruz Azul no tienen dónde poner la cabeza. Juntos: Caraglio y Martín Cauteruccio, los que se suponen son los “matones” de La Máquina, acumulan tres meses sin marcar en la Liga.
El último gol del uruguayo fue en la fecha 17 del Apertura 2018, al Morelia; se ganó por 2-0. Y Caraglio anotó en las semifinales a Monterrey el 8 de diciembre.
“No esconderse”, como dice Caraglio... “Estamos para trabajar”, apunta el argentino, “para sobreponernos de las malas rachas. Hay que seguir adelante”.
Dicen los conocedores en el tema, que los atacantes pasan por cinco estados cuando la sequía comienza: 1) La frustración. 2) El bajón anímico. 3) La aceptación. 4) El empezar desde abajo. 5) No rendirse. Todo eso, Milton Caraglio lo resume en un punto: “La pelota tiene que entrar. Son malos momentos, lo acepto, y no hay que esconderse ni nada, son malos momentos que pasan todos los delanteros, así es esto”.
La realidad es que en el llamado futbol moderno, no es fácil marcar, así lo vio el escritor Eduardo Galeano: “El gol es el orgasmo del futbol. Como el orgasmo, el gol es cada vez menos frecuente en la vida moderna. Hace medio siglo, era raro que un partido terminase sin goles: 0 a 0, dos bocas abiertas, dos bostezos. Ahora, los 11 jugadores se pasan todo el partido colgados del travesaño, dedicados a evitar los goles y sin tiempo para hacerlos”. Todo eso, el delantero lo resume en cuatro palabras: “Sólo son malas rachas”.
¿Qué hacer? “Me apoyo en mi familia, tampoco es que hace mil partidos no hagamos goles. Así que hay que tener la cabecita fría, los pies en la tierra y aguantar las criticas. Hay que apoyarse en la gente que está de tu lado...”.