El futbol mexicano se prepara la para la vuelta a la “nueva normalidad”, y el objetivo de todos los clubes es dar un paso adelante, no hacia atrás con la apertura de los estadios.
En San Luis, Alberto Marrero, presidente del Atlético, estará muy atento a lo que suceda en Aguascalientes y en Mazatlán, “para tomar ejemplo de todo lo que pueda suceder”.
Fue muy enfático al señalar que “los campos que se abran nos sirvan de espejo para ver el funcionamiento y cómo sale todo en este primer partido, y nosotros esperamos para el siguiente ya tener gente”.
La prioridad será la seguridad ante todo, “que no sea un paso para atrás, sino adelante”.
En Querétaro, donde juegan los Gallos Blancos, aguardarán un poco más, “debemos esperar a que los semáforos estén en amarillo. Hace un par de semanas estuvimos en ese color, pero regresamos a naranja”, dijo Manuel Velarde, presidente queretano. La reapertura, “es algo positivo y nos da gusto que algunas plazas ya reciban público, es importante no sólo en el tema del negocio, también en el lazo con nuestra afición”.
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Pero no se niega que habrá riesgo, así lo hace saber Alejandro Macías, doctor especializado en temas de Covid-19. “Las actividades en exteriores son relativamente seguras, porque el virus se esparce con facilidad, además exigiendo que la gente traiga un cubrebocas en todo momento”, dijo. Eso sí, puso mucho énfasis en la cuestión del aforo.
“Es difícil pensar que en un estadio de 100 mil personas, vayan 50 mil… ¿Cómo van a llegar en el transporte, cómo va a ser la logística de entrada? Para empezar, admitiendo que nadie sabe bien cómo hacer estas cosas, se debería empezar con un aforo del 30 por ciento”.
Todo debe salir perfecto en los juegos que se desarrollarán en el Victoria y el Kraken, porque esto va más allá del espectáculo, está la salud en juego.
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