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Guillermo Álvarez Cuevas
es presidente del Cruz Azul desde 1988 y, en 32 años al mando del club celeste, ha conquistado un título de Liga MX .
El presente del mandamás celeste está envuelto en un proceso judicial que puede marcar un parteaguas en la historia del equipo, el tercero más popular en el país.
En su primera temporada como presidente, La Máquina, disputó la fina de la temporada 1988-89, pero perdió ante América –la primera de tres frente al odiado rival–.
Cinco años después, en la 1994-95 sucumbió frente al Necaxa.
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El título, el octavo para el Cruz Azul en la liga mexicana, llegó para el Invierno 1997, pero desde entonces ha sido tachado de “maldito”, con seis perdidas; a pesar de que ha triunfado en Copa MX y Liga de Campeones de la Concacaf.
Su legado en La Noria también lo convirtió en el directivo más longevo dentro de la Liga MX.
Cuando tomó el cargo, en sucesión de Joel Luis Becerril al frente de la Cooperativa y de club promovido por la Asamblea General, y no ha perdido poder, pero todo puede cambiar tras recibir una orden de aprehensión por supuesto delitos de delicuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
