Cada vez que se acerca un , el teléfono de Alejandro Glaría resuena… Y es que el 'Hueso' tiene su historia y está ligada a esos juegos. Su remate, “con la entrepierna”, le dio en aquel lejano 1999, el primer título de Primera División a los Tuzos y comenzó la maldición cementera.

Hoy, desde Buenos Aires, Argentina , donde trabaja ligado a la política, Glaría cree que la historia, “ puede volverse a repetir ”, porque “ hay varias coincidencias, veo a Pachuca con posibilidades ”.

Fue el “1 9 de diciembre de 1999 ”, Alejandro Glaría no se olvida de esa fecha, cuando llegó su momento mágico, la final de vuelta del torneo de Invierno 99 . “ Todos pensaban que Cruz Azul iba a ganar, nadie creía en nosotros, no existíamos ”, dice para .

Era el Pachuca del milagro, con Javier Aguirre en el banquillo, con jugadores “ como Nacho González, Pablo Hernández Roetti, Gabriel Caballero y Pablo Hernán Gómez, que en paz descanse ”.

En la ida, “ empatamos a dos. Yo anoté los dos goles, por Cruz Azul fue el brasileño Julio César Pinehiro y Pedro Reséndiz ”. Para la vuelta, “ estaba la regla en la Ciudad de México que sólo podían jugar cuatro extranjeros por equipo, teníamos cinco nosotros. Estaba seguro que era yo y tres más, y que el "Vasco" me sale con la sorpresa: ‘te vas a la banca’… Claro que me enojé, no lo creía, pero no era momento de manifestarlo ”.

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Vino la vuelta a jugarse en el estadio Azul , “ a los de Pachuca ni boletos les dieron… Estábamos solos, todos eran de Cruz Azul… Yo lo sufría en la banca, Cruz Azul tenía un equipazo con el "Conejo" ( Óscar Pérez ), (Diego) Latorre , (Francisco) Palencia , (Juan) Reynoso , el ‘Matute’ ( Ángel Morales ), no era nada sencillo ”. El juego fue cerrado, Cruz Azul falló las que tuvo y Pachuca defendió bien… ” Acabó el primer tiempo y no me metían, el segundo acabó y no me metían ”. Y sucedió: “ En el tiempo extra, al fin entré, al minuto con 20 segundos, anoté ”.

La jugada comenzó por la derecha con Marco Garcés , ahora director deportivo del club, “ mandó el centro, había llovido, había briznita, la pelota pasó por (Lupe) Castañeda , Reynoso, Paco Gabriel, yo me metí adelante del 'Mellizo' Rodríguez ( Omar ), la pelota patinó, acomodé el cuerpo, me pegó en la entrepierna ”.

El festejo fue algo peculiar, “ Nacho (el portero), siempre me decía: ‘yo paro todo y cuando anotas no te acuerdas de mí, nunca me vas a saludar’, y cuando marqué de lo primero que me acordé fue de él, así que cruce todo el campo, corrí los 100 metros en 10 segundos para abrazarlo…. Todos en la banca se metieron y Hernández Roetti les gritaba que se salieran porque los iban a echar, no se acordaba que era gol de oro ”.

Veintidos años después, Alejandro Glaría aún recuerda esos momentos, y en base a eso señala: “ La historia puede volver a repetirse. En ese tiempo entramos en repechaje, este Pachuca también; Cruz Azul robó la liga, no como ahora, pero las coincidencias se están dando… Ya no está el América. No es la misma fase, pero las sorpresas, siempre se dan ”.