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En la campaña 1971-72, Octavio Muciño Junior aún no nacía. Ese año, el Cruz Azul robó la Liga Mexicana , en el torneo regular formó su racha de diez victorias consecutivas y en la final derrotó al América en juego único celebrado en el estadio Azteca.
Su padre, el famoso “Centavo” Muciño dos años después, moriría asesinado en Guadalajara .
No vio a ese equipo, pero creció escuchando historias de sus tíos, de los compañeros de su papá y gracias a eso habla sobre ese equipo que hizo historia.
“Me dicen que había una gran amistad, gran unión dentro y fuera de la cancha. Todos eran amigos. Me cuentan que cuando se encerraban para decirse sus cosas todos se aguantaban, todos se respetaban y en el campo eran una Máquina”.
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El hijo de Muciño recuerda especialmente la relación que había entre el paraguayo Eladio Vera y su padre: “Don Eladio decía que mi papá lo hizo famoso. Qué él se dedicaba a desbordar y mandaba el centro a donde fuera y ahí iba a aparecer Muciño. El Centavo anotaba los goles pero él se hacía famoso, él y todos, decía”.
En esa temporada, “llegaron los extranjeros al equipo por primera ocasión. Llegó Miguel Marín , Alberto Quintano, Eladio Vera y Alberto Gómez. Todos eran jugadorazos, todos eran seleccionados nacionales de su país“.
Y reitera, que para formar un equipo así, que hizo historia en el futbol mexicano , “mucho tuvo que ver el trabajo del técnico (Raúl Cárdenas, pero también lo que hacían fuera de ella. Se llevaban muy bien, iban juntos a todos lados… Hasta las esposas se llevaban bien”.