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Arturo Brizio toma la palabra. Es duro y directo. Se dirige a los árbitros con gafete FIFA para 2018, en presencia de Decio de María, presidente de la Federación Mexicana de Futbol.
“Durante mucho tiempo el arbitraje fue un club de privilegios, canonjías, y eso debe acabar. En un tiempo el arbitraje fue el mejor sector de la Federación, funcionaba como relojito, y eso necesita volver a funcionar”, dice el presidente de la Comisión de Árbitros, lanzando la pedrada al aire...
¿A alguien le pegó?
En el auditorio de la FMF están presentes dos de los cuatro líderes de la Asociación de Árbitros Mexicanos (AMA), Roberto García y José Luis Camargo, que no se inmutan. También están los silbantes que estrenarán y refrendarán el gafete FIFA.
Grandes ausentes, las otras dos cabezas de la AMA, Paul Delgadillo y Francisco Chacón, quienes no ostentan más la distinción internacional. “La AMA”, asegura Brizio Carter, “es una asociación con la que tengo que comunicarme, interactuar y lo hacemos por el bien del arbitraje. No hay nada malo en ello”.
Y tampoco hay privilegios con los líderes, por eso fue que García, Delgadillo y Chacón, no estuvieron en la pasada Liguilla, “no pasaron los exámenes físicos y fui claro, quien no esté listo no podrá pitar, pero aclaro, esto no tiene que ver con ningún tipo de limpia, simplemente que aquí no hay intocables”... Silencio absoluto.
Roberto García Orozco luce serio, algo triste; 2017 no fue un buen año para él, perdió el Mundial y también fue señalado por ser el líder de una Asociación llena de recovecos y misterios... “todo lo que se dice de afuera no nos afecta. Sí, me señalan a mí porque estoy a la cabeza de la Asociación, pero lo hago para servir a mis compañeros y mejorar el arbitraje. Todo eso de que chantajeamos y presionamos con aspectos religiosos, simplemente no sucede. Nosotros estamos tranquilos”, asegura.
Los árbitros se toman selfies, se felicitan entre sí. Hasta entre César Ramos y García Orozco hay abrazos. El gremio, dicen, está unido en manos de un Brizio que afirma... ”Se terminaron los privilegios”.