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Del viernes 20 al sábado 21 de este mes, los habitantes de Guatemala amanecieron con la noticia de que había toque de queda debido a la pandemia por el Covid-19 .
Todo se cerró: empresas, comercios, espectáculos y el futbol simplemente se suspendió, y nadie sabe cuándo vaya a regresar.
Ante esto, César Villaluz , jugador mexicano que milita en el Deportivo San Pedro de aquel país, decidió salir de allá, huir de Guatemala para regresar a México, estar junto a su familia y esperar acontecimientos con su carrera. “Anunciaron que había cuatro casos [de coronavirus] y de inmediato el presidente [Alejandro Giammattei] anunció cierre de fronteras, cierre de empresas y dejamos de entrenar”, rememora el campeón mundial Sub-17 en Perú 2005.
“Lo mejor fue regresar a México, todo fue muy rápido, porque no se sabe qué va a pasar, si el campeonato va a continuar; los clubes no tienen ni idea, todos nos fuimos a nuestros lugares de origen”.
Villaluz, como muchos otros jugadores no sólo en Guatemala , sino en el mundo, no sabe qué va a suceder con su sueldo, y su contrato. El futbolista de 31 años, tasado en menos de 500 mil dólares por Transfermarkt, terminaba vínculo con el Deportivo San Pedro al acabar este torneo, “estoy en la incertidumbre. Estaba metido en el torneo, por ahí de vez en cuando hablábamos un poco de una posible renovación, y también veíamos si había otras opciones en la misma Guatemala, o hasta en México”.
La cuestión de los pagos es tema importante. “Fue tan rápido que ni tiempo tuvimos de hablar de eso, por lo menos no en detalle. Nos dijeron que nos iban a cubrir el último mes y después… ¡pues quién sabe! No sabemos si se va a seguir respetando el contrato, si lo dan por finalizado, lo que me interesó a mí fue venir con mi familia, porque eso de estar a la distancia al pendiente de todo, como que no está bien, uno siempre se angustia si no está con sus seres queridos cerca”.
La crisis no pudo llegar en peor momento a Villaluz, ya que estaba viviendo un buen torneo, “jugar en Centroamérica no es nada malo. Hay nivel, hay estabilidad. Si las cosas marchan puedes aspirar a más en el país, o hasta regresar a México en un momento dado”.
Hoy César vive en la incertidumbre. Salió de Guatemala para estar con su familia en momentos de apremio, pero ¿qué pasará con su futuro? nadie sabe, por ahora…