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Monterrey.— El pleito entre Pedro Caixinha y Nahuel Guzmán tomó un nuevo rumbo. En el torneo pasado, durante la conferencia de prensa del portugués, el portero de los Tigres le llamó “ bobo ” e “ irrespetuoso ”.
Anoche, después de la victoria cementera sobre los felinos, Caixinha fue con “ humildad ” para estrecharle la mano al argentino, pero éste se negó. “Yo me acerqué, le pregunté si lo podía saludar, y me dijo que no. No pasa nada. Hay que respetar, y punto final”, explicó el lusitano.
Durante la semana, el guardameta comentó que lo sucedió en el Estadio Azteca en agosto, ya había sido enterrado. Al parecer, no. Caixinha y Guzmán han tenido sus diferencias desde que el primero entrenaba al Santos . Dimes y diretes, gritos y metadas, al término de los duelos.
Si Caixinha buscó hacer las paces, fracasó. “Yo tuve la humildad de ir a saludarlo”.