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Francia cerró este martes la pequeña crisis provocada por la inesperada derrota ante Colombia al vencer sin brillo a la anfitriona del Mundial, Rusia (1-3), en un partido en el que se reivindicó Paul Pogbá con un gran gol de falta y una asistencia a Kylian Mbappé, que anotó dos tantos.
Marginado por José Mourinho en el Manchester United, Pogbá protagonizó lo poco bueno del equipo galo en San Petersburgo, donde más de 56.000 personas acudieron al estadio a ver a uno de los favoritos a la victoria en el Mundial.
El seleccionador francés, Didier Deschamps, le dio la batuta y el futbolista respondió con su mejor partido en varios meses secundado en el centro del campo por Adrien Rabiot y el omnipresente N'Golo Kanté.
Mientras, Rusia demostró que, con la excepción de Fiodor Smólov, tendrá mucho que mejorar si no quiere hacer el ridículo en su Copa Mundial.
Ambos equipos saltaron al campo con brazaletes negros y guardaron un minuto de silencio por la tragedia ocurrida el domingo en la ciudad siberiana de Kémerovo, donde un incendio en un centro comercial se cobró la vida de 64 personas, más de la mitad niños.
Tras la dolorosa derrota ante Colombia (2-3), Deschamps organizó su propia revolución francesa con siete cambios en el once titular, que condenaron al banquillo al madridista Raphael Varane, el atlético Antoine Griezmann y al barcelonista Lucas Digne.
Tuvieron su oportunidad desde el inicio Pogbá, necesitado de cariño tras su suplencia en el Manchester United, Lucas Hernández, que ya salió en la segunda parte ante Colombia y el barcelonista Ousmane Dembelé.
La subcampeona de Europa salió con un equipo teóricamente más ofensivo que el pasado viernes, pero los galos también dejaban huecos en defensa.
De hecho, la primera ocasión del partido correspondió a los rusos, que al cuarto de hora pusieron a prueba a Lloris, que acertó a despejar un remate envenenado de Smólov a pase de Alan Dzagóev tras una buena internada del veterano Yuri Zhirkov.
Mbappé, uno de los pocos que repetía en este partido, tuvo poco antes de la media hora la primera ocasión de los visitantes, pero su disparo desde el corazón del área fue despejado por Lunev.
Lo intentaron también Dembelé y Anthony Martial, que tampoco tiene continuidad con Mourinho en el United, pero todos sus incursiones murieron al borde del área grande.
Todo el mundo le esperaba y el futbolista del PSG despertó a tiempo y tras un buen pase de Pogbá abrió el marcador, tras escaparse en velocidad de su marcador, recortar con una finta a Neustadter y coger al portero a contrapié. (min.40).
Al final de la primera parte el árbitro se apiadó de los locales al no pitar lo que pareció un claro penalti de la defensa rusa a Martial.
Nada más empezar la segunda parte Pogbá decidió poner fin a cualquier debate sobre su titularidad en el Mundial de Rusia al marcar un golazo de falta desde unos 25 metros. (min,49).
Entonces, Deschamps decidió dar entrada en Griezmann, en racha en el Atlético, pero que hoy estuvo desaparecido en combate.
Cuando parecía que los franceses tenían el partido controlado, un rápido contraataque local acabó con un magnífico centro al segundo palo de Smólnikov que fue aprovechado por Smólov para recortar distancias. (min.68).
De repente, la repetición de lo ocurrido ante Falcao, James y compañía sobrevoló la cabeza de Deschamps, pero a los rusos les faltó fuelle y talento.
Y Mbappé reapareció para demostrar que está llamado a ser una de las grandes estrellas del Mundial al encarar a Neustadter, hacerle un roto y marcar el tercer gol del encuentro.(min.83).