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se molestó con Oribe Peralta por haber ido a saludar, intercambiar puntos de vista y hasta bromear con los americanistas, luego de que el equipo cayó 1-0 con anotación de Giovani Dos Santos , incluso mencionó que él sí le hubiera reclamado al delantero del Guadalajara .
“Lo vi mal, creo que hay momentos para todo y bueno, eso lo he discutido con varios amigos y me dicen que eso es del tiempo de las cavernas, que me quedé en el pasado, que quiero ver sangre, pero mira, lo seguiré diciendo mañana, pasado, siempre. Debes tener esa pasión, la verdad yo no puedo ver a un compañero que acabamos de perder y contando chistes”.
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“El Emperador” señaló que él ni para su familia intercambiaba camisetas, que no le parecía correcto y también tenía amigos, pero sabía elegir los momentos para saludar, incluso platicó una anécdota al respecto.
“Alguna vez saludamos al rival, pero antes del juego, tenía muchos cuates también en el América, me llevaba super bien con Cuauhtémoc Blanco , con Germán Villa Isaac Terrezas y recuerdo que Carlos Reinoso les prohibió saludarnos antes y después del juego. Yo ya sabía eso y en el estadio Azteca lo hice a propósito, fui con Villa y le gritaba ‘hey cabrón, ven saludar. No me quieres saludar’”.
Al saber “El Emperador” que Reinoso les tenía estrictamente prohibido, jugaba con ese tema previo a los encuentros, tal como debe ser.
“Yo lo hacía a propósito, se alejaban de mí y los seguía insistiendo que me saludaban. Ya me saludaban de lejos, pero ya en el partido nos dábamos con todo y terminabas bien caliente. Si ganabas, la alegría y todo. Si perdías estábamos calientes y no queríamos ni hablarle a los compañeros. Sentir eso, la sangre que te hierve y lo vi mal, se equivocaron en quedarse ahí. Salúdalo y vete, de cambiar playera, yo dos de mis hermanos y mi papá en paz descanse le iban al América y me decía, ‘cambia la playera y les decía, ni maíz, yo no cambio playera con esos cabrones’. Ya es de cada quien, pero ya viéndolo como institución, como grupo, no lo vería bien o si hubiera sido yo hoy jugando con Oribe o Uriel Antuna, les hubiera reclamado. Les hubiera dicho ‘espérate, ¿cómo?. Creo que hay momentos, no está mal que platiquen porque todos tenemos cuates”.