Hirving Lozano
llegó a la tienda Liverpool ubicado en Insurgentes y Felix Cuevas escoltado por cuatro elementos de seguridad y dos más de la tienda departamental. No dice una palabra y sólo se remite a dirigir una sonrisa a los aficionados que lo esperan y lo corean.
El atacante del PSV tiene dos pendientes que aclarar: su asistencia a la Copa Oro que está en duda por una lesión y si fichará con otro club europeo. Pero Lozano no hace el intento por aclarar ninguna de las interrogantes.
Decidió no emitir ninguna declaración en la firma de autógrafos a la que acudió y cualquier intento de la prensa por tratar de acercarse era repelido primero, por los organizadores de la firma y, en segundo lugar, por los elementos de seguridad que lo acompañaban.
Puso su rubrica en más de 200 artículos por espacio de dos horas, siempre dispuesto a posar para una fotografía o a saludar a sus fans, especialmente a los niños. Pero no estuvo en sus planes responder a los cuestionamientos de la prensa.
La interrogante de sí su lesión en la rodilla derecha, por la que acudió con un bastón a su llegada a México , le permitirá jugar la Copa Oro es una incógnita. Gerardo Martino , el entrenador del Tri , tendrá menos de un mes para decidir si lo considera o no.