Morristown, Nueva Jersey.— Christian Pulisic se consolida como el estandarte de una selección de Estados Unidos que busca recuperar protagonismo en la Concacaf y el mundo.
Con su traspaso del Borussia Dortmund al Chelsea, tasado en más de 70 millones de dólares y por el hecho de coincidir en tiempo con Hirving Lozano , vinieron las odiosas, pero siempre necesarias comparaciones.
Pero la nueva joya del futbol estadounidense es tan reservado fuera de la cancha como desequilibrante dentro de la misma.
Así que por ningún motivo se enganchó; se negó a hacer un Ibrahimovic.
—¿Quién es mejor, Lozano o tú?
—No voy a responder a eso... Ríe, y después de hacer una pausa continúa con la respuesta y sale del apuro con un gran regate:
“No voy a dar una respuesta a lo Ibra [Zlatan Ibrahimovic del LA Galaxy, cuando se comparó e hizo polémica con Carlos Vela del LA FC]; es difícil, no soy así, pero tengo mucha confianza en mí, nada más.
Del 'Chucky', quien recién firmó para el Nápoli, aseguró que “es un gran jugador también, los dos somos buenos jugadores. Es normal que nos comparen, pero no sé nada más al respecto”.
Y cambió de tema.
Después de la experiencia en la final de la pasada Copa Oro, Pulisic entiende muy bien lo que significan los partidos ante México, a pesar de que sean amistosos como el que se va a disputar este viernes.
“Siempre tenemos que pensar en ganarle”, sin importar que Estados Unidos juegue de visitante en su territorio. “Hay bastantes mexicanos aquí [Nueva Jersey], me di cuenta de ello en la Copa Oro; es difícil igualarlos en esta cuestión, pero nosotros también tenemos un buen número de fans”.
Eso sí, reconoce que hay diferencias, “ellos [los mexicanos] demuestran la pasión que tienen por el futbol, y más en estos juegos”.