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Irresponsables, pero las Chivas hicieron historia al lograr el pase al Mundial de Clubes, al vencer en tanda de penaltis al Toronto FC (4-2).
Los 36 mil 977 aficionados que abarrotaron el estadio Akron estuvieron a nada de llorar de tristeza, cuando a los rojiblancos los vencieron 1-2, para obligar a definir al campeón de la “Concachampions” desde los once pasos.
Guadalajara
daba tranquilidad a los 18 minutos, al abrir el marcador por conducto de Orbelín Pineda, en un pase filtrado al área que prendió el júbilo de la tribuna.
El duelo se tornó ríspido, agresivo por momentos y serias enfrentas de los canadienses contra el árbitro hondureño Oscar Moncada.
Poco a poco, esa agresividad de los visitantes abrió espacios y comprometió a los defensivos. Una serie de errores entre Ronaldo Cisneros, Oswaldo Alanís y Carlos Salcido, provocaron que Jozy Altidore les empatara a los 24 minutos, para poner el global (3-2).
El Rebaño no se inmutaba. La realidad los alcanzó en el segundo tiempo, apenas a los 43’, el delantero Sebastian Giovinco fue contra todo pronóstico para regresarle el golpe que las Chivas dieron en Guadalajara, con el 1-2. (3-3 global). El italiano y el resto del Toronto pusieron a temblar al conjunto mexicano hasta agotar el tiempo regular y así obligar a la serie de penaltis.
El recinto nunca se silenció, incluso, sus gritos y cánticos no dejaron escuchar al sonido local, que anunciaba los cobros desde el manchón penal. Para fortuna del Guadalajara, Alanís, Godínez, Pulido, y Saldívar atinaron a las redes, mientras que el Toronto cayó con la frente en alto, luego de los tiros errados por Osorio y Bradley.
“Canta y no llores, porque cantando, cielito lindo, se alegran los corazones…”, invadió al recinto que estalló feliz al ver de cerca la tempestad.