El partido más épico en la historia del Atalanta puede haber sido —irónicamente— el más trágico también, al menos si la teoría retomada por Giorgio Gori es cierta.
Como ya otros lo habían hecho antes, Gori, alcalde de la ciudad de Bérgamo, recordó el duelo de ida de los octavos de final de la Champions League entre el equipo de la ciudad y el Valencia, disputado en Milán, y no dudó en señalarlo como un determinante foco de infección de coronavirus .
"Si el virus ya estaba, los cuarenta mil aficionados que fueron al estadio de San Siro se contagiaron. Nadie conocía que ya circulaba entre nosotros. Muchos vieron el partido en grupos y hubo muchos contactos esa noche. El virus pasó de unos a otros", dijo en una entrevista.
Esta versión ha tomado fuerza con el paso de los días, debido a que el entorno de ambos equipos se ha ensombrecido en la niebla del Covid-19 .
En el caso del Atalanta, se trata de la zona misma. Lombardía, región en la que se encuentran tanto Bérgamo como Milán, es la más afectada del país que, hasta hoy, registra más decesos derivados de la pandemia.
A pesar de ello, sólo un jugador de la plantilla ha dado positivo en la prueba médica.
Por el otro lado, los de Mestalla sí se vieron directamente golpeados a raíz de aquel choque. Su defensor, el argentino Ezequiel Garay, fue el primer caso de contagio declarado de La Liga. Después, se informó que el 35% del plantel había contraído el virus.
El periodista español, Kike Mateu, presente en San Siro aquella noche, fue el primer miembro de la prensa que confirmó su contagio, a su regreso a casa.
El partido se disputó el 19 de febrero, y fue a partir del 4 de marzo —15 días después— que la región lombarda, y la ciudad de Bérgamo específicamente, se atiborró de reportes de Covid-19.
Por todo lo anterior, la teoría ha cobrado popularidad bajo el nombre de "bomba biológica".
Hoy, España superó a China en muertes por coronavirus y se colocó sólo por detrás de Italia en este rubro.