L a violencia en el futbol argentino no es exclusiva de la Primera División. Las pasiones se descontrolan también en campeonatos locales, como este fin de semana en el clásico de la región de Baradero.
El choque entre Fundición y Rivadavia, de la cuarta fecha de la Copa Ciudad de Baradero, fue suspendido a pocos minutos del tiempo reglamentario, por una batalla campal de aficionados en las inmediaciones del Polideportivo.
Las hostilidades comenzaron en las gradas, pero sin consecuencias. Sin embargo, los ánimos estallaron en las calles aledañas, donde los palos y las piedras se hicieron presentes. La policía tardó en intervenir.
"Todo fue descontrol: primero con piedras de un lado y el otro, para más tarde cruzarse cuerpo a cuerpo fuera del estadio", publicó el diario Clarín.
"Cualquier resultado no merece un final triste [de violencia], no debió ser ése [la suspensión del juego]. Cuando nos dimos cuenta ya volaban botellas de plástico, luego piedras y palos. Preocupados, porque habían amigos y familia en la tribuna, espero no haya heridos ni nada grave", relató Mariano de Vicenzo, técnico de Rivadavia.