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ramon.trevino@clabsa.com.mx
Pedro Caixinha no ha repetido una alineación en su 10 partidos como entrenador de Cruz Azul —siete en Liga y tres en Copa—, como nos acostumbró el ex técnico de la Selección Mexicana, Juan Carlos Osorio.
Sin embargo, las modificaciones del portugués no son exageradas como las del colombiano. El timonel celeste tiene una base de seis jugadores y son cuatro los que rota (Milton Caraglio, Martín Cauteruccio, Edgar Méndez y un jugador en la defensa).
“Necesitamos tener al equipo al 100 por ciento”, dice Cauteruccio. “Al que le toque jugar debe estar de la mejor manera y aprovechar la oportunidad”.
A pesar de que el delantero uruguayo es el máximo romperredes de La Máquina, con tres tantos, ha sido el principal conejillo de indias del portugués. Tiene cuatro juegos como titular y en el resto ha entrado como relevo.
Además de los cambios, en la Liga MX, Caixinha ha sido capaz de modificar el esquema, sin que afecte en los resultados.
Al medirse con un equipo que en el papel es inferior al Cruz Azul, el estratega manda a la cancha un ofensivo 4-2-3-1. Así jugó ante Puebla (3-0) y Guadalajara (1-0).
Cuando el Toluca visitó el Estadio Azteca, Pedro se inclinó por un conservador 4-4-2. Victoria por la mínima, con los Diablos con mayor posesión de la bola.
Caixinha no tiene alguna intención de modificar su estrategia que ha funcionado y que lo mantiene invicto en el liderato.
Después del empate ante Santos, el timonel celeste dijo no es una obligación mantener un 11, ya que cada equipo es diferente.
“Hay una carga y cansancio [entre los jugadores]. Son 10 partidos en 36 días”.
Caxinha tiene un basto plantel para dosificar sin complicaciones a sus pupilos.