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Boca Juniors
se proclamó este martes primer campeón de la era profesional del fútbol femenino en Argentina al golear por 7-0 al River Plate en la final del Torneo Transición 2020.
La versión femenina del Superclásico argentino había quedo resuelta en el primer tiempo cuando las Gladiadoras xeneizes ganaban por 5-0.
El equipo dirigido por Christian Meloni demostró una superioridad técnica y táctica a lo largo de noventa minutos en los que maniató a las jugadoras del Millonario en el estadio José Amalfitani de Buenos Aires.
Así, Boca Juniors conquistó el primer torneo que se completa desde que el fútbol femenino de Argentina se tornó profesional, en 2019, y se coronó por primera vez desde 2013, año de su último título local hasta hoy.
Las futbolistas xeneizes arrancaron con el dominio del balón desde el pitido inicial y, superados unos primeros minutos de tanteo, rompieron la resistencia de River Plate a través de la delantera Clarisa Huber.
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Huber regateó a la portera rival, Brenda Molinas, y abrió el marcador a placer a los 15 minutos.
Como un vendaval llegó el segundo tanto, apenas un minuto después.
El segundo zarpazo fue de Yamila Rodríguez, quien recibió en la frontal del área, corto hacia su derecha para acomodarse y luego sacó un remate potente al ángulo.
La portera de River rozó con las manos pero no lo suficiente para desviar el tiro.
El tercer gol, a cargo de Lorena Benítez, minó la moral de River Plate. El cuarto y el quinto enterró a las jugadoras del Millonario antes del entretiempo.
Fueron Fabiana Vallejos y Andrea Ojeda las autoras de esos últimos tantos.
También fueron Vallejos y Ojeda las que anotaron los goles número seis y siete, tras la reanudación, casi a modo de capicua.
El baile futbolístico de Boca a River fue posible gracias a la calidad de Boca Juniors por las bandas, en especial las arrancadas partiendo desde la derecha a cargo de la centrocampista Carolina Troncoso, autora de varias jugadas individuales.
En la segunda mitad, Boca Juniors levantó el pie del acelerador pero ni siquiera así dio oportunidad a River Plate, incapaz de crear peligro en la meta de Laurina Oliveros.
Ninguna de las jugadoras más talentosas de River, como Carolina Bizamberri y Lourdes Lezcano, apareció en la noche del barrio porteño de Liniers, donde se jugó la final.
Se trataba de la primera vez desde el inicio del profesionalismo del fútbol femenino en el país austral que se enfrentaban los dos cuadros más populares del deporte rey en Argentina, y Boca Juniors se impuso para levantar el trofeo.