El Barcelona y el Real Madrid disputan hoy, en el Camp Nou , el Clásico de la jornada 10 de la Liga española que se debía haber jugado en octubre y que llega precedido de un clima de reivindicaciones y medidas de seguridad, pero con el objetivo —por parte de los clubes— de que sea un tsunami únicamente de buen futbol, al estar ambos igualados en lo más alto de la tabla.
El partido llega con 53 días de tardanza. El Clásico, un duelo seguido a nivel mundial y marcado en rojo en muchos calendarios, se debía jugar el 26 de octubre, pero la situación social y política en Cataluña llevó a la Real Federación Española de Futbol a posponer el choque hasta este 18 de diciembre y, desde entonces, se ha hablado más de lo logístico y de la seguridad que de futbol.
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Pero, tanto el Barcelona como el Real Madrid —y por boca de sus entrenadores, Ernesto Valverde y Zinedine Zidane — se han encargado de pedir normalidad, de mostrar confianza en cuanto a que se jugará el partido sin problemas y a que debe ser un espectáculo de futbol y nada más.
El Barça es líder, pero el Real Madrid está con los mismos 35 puntos y un balance bien parecido. El conjunto catalán ha ganado un partido más, pero ha perdido dos choques más que los blancos, con un +23 en goles para los blaugrana, por un +21 para los de Zidane.
Igualdad máxima entre los dos colosos del planeta.
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