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El Barcelona venció en Ipurua, con tres goles de su tridente ofensivo, y no tuvo demasiados problemas para sumar tres puntos ante un Eibar que dio la cara en la primera parte.
Los primeros minutos del partido fueron lo contrario de lo que le gusta a Mendilibar, con el Barcelona tocando y rompiendo con facilidad la línea de presión adelantada del Eibar.
Poco a poco, los locales se fueron reencontrando con su juego, y pese a no gozar de ocasiones claras, lograron su objetivo de meter al Barcelona en su campo, con centros al área y jugadas a balón parado.
Pedro León tuvo una buena ocasión tras un centro desde la izquierda, pero su disparo no encontró portería.
El que perdona a un equipo como el culé lo acaba pagando, y así llegó antes del primero cuarto de hora el tanto del francés Antoine Griezmann, que definió de manera brillante un pase largo de su compatriota Clément Lenglet.
Al Eibar pareció afectarle el golpe en los siguientes minutos, aunque pronto volvió a intentar asediar el área barcelonista, con más corazón que acierto, eso sí.
El Barcelona parecía necesitar oxígeno ante el acoso local, porque los de Ipurua seguían a lo suyo con centros al área y mucha presencia en campo contrario.
Los de Valverde parecían encomendarse al argentino Leo Messi y al uruguayo Luis Suárez con balones entre líneas nada sencillos para los atacantes, pese a que incomodaban a los locales en las pocas veces en las que el balón alcanzaba a llegar a sus pies.
Y en una de esas, el balón llegó a las botas del '10', pero Dmitrovic frustró el que hubiera sido un gol de genio a falta de un cuarto de hora para el descanso.
Poco más hubo que contar antes de la reanudación, en la que Nelson Semedo entró por Sergi Roberto.
El Eibar arrancó la segunda mitad con una presión asfixiante que hacía que el Barcelona no pudiera salir de su campo con la comodidad que es habitual.
Pese a todo, otra genialidad de Messi y Suárez asustó al Eibar. Ipurua tuvo que esperar al VAR para volver a respirar después de que el gol del uruguayo fuera anulado por fuera de juego.
Pero con Messi de por medio no hay sustos, y el argentino aumentó la diferencia en el marcador tras una jugada aturullada.
Pocos minutos después, el tridente blaugrana entró de nuevo en acción para que Luis Suárez marcase a puerta vacía tras un pase de Messi, al que le llegó el balón de Griezmann.
Los armeros no podían hacer nada más ante la calidad individual de los culés, pero la grada seguía animando pese al 0-3, consciente de que para el Eibar sigue siendo una fiesta jugar en la máxima categoría.
Con el partido sentenciado, el ritmo por parte de los dos equipos frenó en el último cuarto de hora y Valverde realizó cambios pensando en la Champions.
Messi tuvo una falta a favor de las que le gustan, pero su disparo se marchó por encima de la portería de Dmitrovic.
El Eibar dio el partido por perdido, pero Messi no se quería rendir, y un pase suyo a Suárez casi acaba en el cuarto gol de un Barcelona que se estaba gustando.
Y así acabó el choque, con un equipo culé superior pero no avasallante ante un Eibar que hizo todo lo que pudo ante un rival lleno de genialidades individuales.