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Guadalajara.— Sin conflictos por no descender, Atlas y Querétaro aspiran a un certamen tranquilo y con posibilidades para clasificar a la Liguilla.
Los tapatíos no lograron repetir su participación en el torneo Clausura 2018, como lo hicieron un certamen anterior, bajo la dirección técnica de José Guadalupe el Profe Cruz.
Con Gerardo Espinoza Ahumada al mando, el conjunto rojinegro quiere dar satisfacción a su paciente afición.
La gran novedad que presentó el Atlas fue Ricky Álvarez, mundialista con Argentina en Brasil 2014. El sudamericano llega a los Rojinegros con etiqueta de figura y mucha promesa.
El Querétaro, rival de esta noche, quiere regresar a la fase final de un torneo, algo que no consigue desde el Clausura 2015, cuando perdió la final ante el Santos.
El joven, pero ya experimentado entrenador, Rafael Puente Jr., es el encargado de que el Gallo vuelva a cantar, sin preocupaciones del descenso.
