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Primer tropiezo en el Centenario. Parece que aquello de cumplir 100 no le viene bien a los pocos equipos que han tenido la oportunidad de llegar a tan mágica cifra y ayer el Toluca sufrió la eliminación en los octavos de final de la Copa MX.
En los últimos años, el Atlante se las ha ingeniado para dejar los problemas extra cancha y sacar triunfos importantes en lo deportivo. Con todo y sus limitaciones, los azulgrana le hicieron partido a unos Diablos Rojos que por momentos no se lo tomaron en serio. Todo se definió desde el manchón penal. Desde ahí vino la pesadilla para los de casa, que volvieron a quedarse en la orilla con Hernán Cristante como técnico.
Del otro lado, una felicidad que solamente se entiende por el profesionalismo que le meten los jugadores atlantistas. La historia de siempre, la de los adeudos, dictaría que no tendrían el ánimo para jugar, pero lo hicieron de la mejor manera y ahora estarán en los cuartos de final del torneo copero, en espera de lo que suceda entre el Guadalajara y el Atlas.
Los mexiquenses, que habían terminado la fase de grupos como primeros, nunca lograron descifrar lo que les presentó un Atlante, que incluso tuvo la más peligrosa del primer tiempo en un disparo de Cristian Tarragona, que pasó muy cerca de la portería de Luis García. Ya en el complemento, los locales se fueron al frente con gol de Alexis Canelo (minuto 53), quien aprovechó un débil remate del arquero azulgrana Gerardo Ruiz, quien después sería el héroe para su equipo en la tanda de penaltis. Pero para que eso ocurriera, tuvo que venir el empate de Diego Cardozo, tras una mala salida de los Diablos. Era el minuto 65 y todo comenzó a pintar mal para los mexiquenses.
Ya en los cobros para definir, los Potros de Hierro no fallaron uno solo, mientras que el arquero Ruiz detuvo el envío de Juan Delgadillo. Luego sería el turno de Ernesto Reyes, quien decidido cobró potente para vencer a García y darle la clasificación a un Atlante que muestra un gran orgullo, pese a que no les pagan.
