Una nueva oportunidad para su carrera y las ovaciones de una incondicional afición impulsaron a Giovani dos Santos a tener un debut de ensueño con las Águilas.
Desde su arribo a Houston, Texas, Gio conservó la sonrisa. Optimista, pese a no saber si sumaría sus primeros minutos o tendría que esperarse hasta un cotejo de la Liga MX.
Pero la Leagues Cup le dio la oportunidad de probarse e intentar sus primeros vuelos con las plumas del americanismo, porque no es suficiente llegar con un cartel de estelar y firmar autógrafos en cada esquina.
Con el marcador sin goles y con los primeros destellos peligrosos del Houston Dynamo, el técnico Miguel Herrera ordenó a Gio prepararse para su ingreso, en lugar de un cansado Sebastián Córdova. A los 56 minutos, una lluvia de aplausos y alaridos que prevenían de la tribuna del BBVA Compass Stadium adornaron el salto de Dos Santos al terreno de juego.
No tardó en sudar la camiseta. En sus primeros piques hacia el área rival dejaron ver que América tomaba el control del juego otra vez.
Aunque no intervino directamente, Giovani fue espectador de primera fila del primer tanto de la noche, a los 73'. Un jugada frontal del chileno Nico Castillo vulneró la zaga norteamericana, para que el colombiano Nico Benedetti a provechara un rebote, mientras que Gio, de cierto modo, estorbó a la defensa para evitar que le cayeran a la marca al cafetero, quien alcanzó puntear el balón para abrir el marcador.
Festejo en el que Gio participó, con la ilusión de ser él el que un día cercano sea quien provoque el grito de gol.
Todavía a los 74', el exjugador de Los Ángeles Galaxy tendrá una oportunidad para ampliar la ventaja del conjunto mexicano, en un pase elevado que rebanó ante la salida del guardameta. Se quedó cerca.
Sin embargo, no se imaginaría que el cotejo le daría una oportunidad de oro en medio del drama de los penaltis, porque la escuadra dirigida por Wilmer Cabrera igualó DeMarcus Beasley , con un golazo que fue imposible para Agustín Marchesín.
La serie de remates desde el manchón penal llegó hasta el séptimo tiro. Ya habían fallado Quioto y Juanqua por el Houston Dynamo, mientras que Roger Martínez también erró al mandar la esférica por encima del arco.
Era el turno de Gio , con el gol decisivo. Bocanada de aire para calmar los nervios y tirar seguro al costado derecho del meta Willis , para después salir corriendo a los brazos de Agustín Marchesín , aquel que alguna vez le llamó “borracho”. Hoy ya tienen motivos para celebrar.