Se ha cumplido más de 17 meses de que Guillermo Álvarez Cuevas, quien fuera el hombre fuerte en la Cementera La Cruz Azul y el club deportivo, por más de 40 años desapareció de la vida pública, al ser buscado por la Interpol acusado de malversación de fondos.
Muchos nombres, muchos números y señalamientos salieron a la luz junto a la caída de Billy, pero ¿quiénes son los reales culpables de esto?
Hay quien señala a su hermano Alfredo y a su excuñado, Víctor Garcés, simplemente por envidia, así lo señala el exagente de jugadores, el español Miguel Lospitao. "Guillermo Álvarez Cuevas es la persona que más ha ayudado la la gente pobre de México, hospitales gratuitos, becas, lo que pasa es que en el 2010 su hermano y su cuñado le movieron la alfombra. Cuando Billy tenía 18 años, de los tres hermanos, don Guillermo Álvarez Macías, eligió a Billy de presidente, era su hijo predilecto y Alfredo nunca se lo perdonó".
La relación entre Billy y Lospitao, comenzó en el 2005. "Señalan que me dio dinero, mucho dinero, y no. Me ayudó económicamente, eso sí, pero nunca en las cantidades que se señalan. ESPN me tuvo que llamar por teléfono para ofrecerme disculpas porque se apresuraron a dar una nota. Yo iba a denunciarlos. Billy me ayudaba en ocasiones a nivel personal, y es curioso que quien te señala como delincuente, lo sea... Es el menos malo de toda esta película. 40 años de director general o presidente...".
Con quien "hacía tratos -reitera-, con Alfredo en la Tercera División; a Billy nunca le vendí ningún futbolista. Era mi padrino, me ayudó cuando nadie más lo hizo y lo voy a defender a muerte. Fui su amigo del 2005 al 2015, fue mi papá. Le conté toda mi vida, él me contaba cosas personales. En quince años, cuántos torneos hay... 30, nunca trabajé con Cruz Azul. Conozco todo lo que ha pasado, sé porqué Billy se ha fugado, sé por qué no está en Cruz Azul. Sé quienes lo han echado y por qué".
Lospitao escribió el libro: "Entrada al olimpo del futbol", donde señala todo lo que tuvo que hacer para tratar de hacer negocios como agente de jugadores en México, a pesar de las barreras que le ponían los dos grandes monstruos de la promoción en México, "Guillermo Lara y Carlos Hurtado".
Sobre Hurtado, toda una leyenda en la promotoría de jugadores en México y Cruz Azul, dijo: "Tuvo la gran fortuna de hacerse amigo de Billy y meterse en el equipo yo no lo hice. Billy me contó 20 mil cosas a nivel personal... Carlos Hurtado vendía pantalones vaqueros y cuando conoció a Billy, no sabes la cantidad de jugadores argentinos que trajo. Lo compraba por mil dólares y los vendía por 2 millones de euros. Esa es la verdad del futbol mexicano. Yo no soy promotor millonario".
Su más grande negocio fue meter a Benito Floro, técnico español y quien dirigió al Real Madrid, en el Monterrey en 1999. "Yo estaba viviendo en la casa de David Faitelson, me avisa que van a correr a Solari de Monterrey y que le hable a cierta gente. Claro que le doy a él la primicia".