Pasaron 13 años para que el Superclásico mexicano volviera a Estados Unidos. Amistoso entre América y Guadalajara que igualaron (1-1), pero que sirvió a ambos para mantener el ritmo y afinar detalles en la reanudación de la Liga MX .

No había premio en disputa. Sólo la tradicional y obligada defensa del orgullo en un repleto Estadio Memorial de los Ángeles, California, que ayudó a la intensidad del encuentro y a los objetivos de cada institución que viven realidades diferentes dentro del torneo Apertura 2018.

Las Águilas aprovecharon el parón de la fecha FIFA para homenajear a uno de sus últimos ídolos: Moisés Muñoz, quien se recientemente se despidió de las canchas en un ocaso inhóspito de su carrera.

El guardameta, aclamado por el americanismo por un oportuno cabezazo que terminó en gol, en la final disputada contra Cruz Azul, en 2013, jugó los primeros 34 minutos, donde no tuvo importantes intervenciones, pero sí un gol en contra, cortesía de Isaac Brizuela. A los 27’, Eduardo López filtró el balón al “Cone”, que definió ante la salida del cancerbero que volvió a ser águila por un día.

Moi fue sustituido por Agustín Marchesín y bajo una lluvia de ovaciones, para después enfundarse en abrazos con los técnicos Miguel Herrera y José Cardozo, además de los directivos del conjunto de Coapa, Mauricio Culebro y Santiago Baños.

El encuentro también sirvió para que el Piojo Herrera diera fogueo a elementos ofensivos como Pedro Arce y el argentino Cristian Insaurralde , último refuerzo del Nido.

Por otro lado, las Chivas que no supieron sostener la ventaja, luego de ser empatadas por un golazo de Guido Rodríguez, a los 51’.

El mediocampista aprovechó un rebote y desde los linderos del área sacó un cañonazo que terminó en las redes de Miguel Jiménez, que en la primera parte fue fundamental con destacadas atajadas.

Tras el tanto que dio paridad a la pizarra, Cardozo modificó su tablero con los ingresos de Edwin Hernández, Ángel Sepúlveda, Alejandro Zendejas y Jair Pereira , además de la reaparición de Raúl Gudiño bajo los tres palos, luego de causar baja por lesión desde el 21 de agosto pasado. También Carlos Salcido dejó los algodones para sumar minutos de actividad.

Cuando el Superclásico bajó de intensidad y el empate era un contrato firmado, un aficionado invadió la cancha para acosar a Oribe Peralta. La seguridad reaccionó tarde. El delantero americanista por momentos no cayó en el susto e intentó que las autoridades no sometieran con fuerza al invasor. Clamó tranquilidad para un acto que en el complejos estadounidense puede ameritar detención.

En la recta final, América desperdició claras oportunidades para romper con el empate. Henry Martín, a los 83’, hizo lo más difícil al recortar a un par de zagueros, pero remató desviado frente al achique de Gudiño.

Nada para nadie en su 35 amistoso. Azulcremas y rojiblancos resolverán sus pendientes hasta finales de mes, cuando choquen en la Jornada 11 en el estadio Azteca

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